El fuego

Afuera llueve, afuera hay niebla, afuera hay viento, pero no importa porque estamos juntos frente al fuego. ¿Es bonita, verdad? Es preciosa, increíblemente preciosa. Es de Pete Seeger. Cuenta que la escribió hace unas semanas y que es la canción más corta que ha escrito nunca, pero se ve que le gustó. No me extraña. Seeger tiene 93 años. Hace unos meses apareció en Manhattan para acompañar a los indignados para ‘ocupar’ Wall Street. Caminó con ellos, lento y seguro, y se pusieron a cantar. Hace unas semanas, decenas de miles de noruegos cantaron a coro la versión noruega y la original de su tema My rainbow race -mi carrera arcoiris-, una canción que odia con toda su alma Anders Breivik -según reconoció él mismo-, el responsable de la matanza de Oslo: es un símbolo del marxismo cultural y del multiculturalismo. La cantaron hace dos meses, el día que se iniciaba su juicio. La canción es tan simple y hermosa como el vídeo que recoge ese momento. Solo 40.000 personas cantando algo bello a la vez pueden emocionar tanto como 40.000 personas calladas a la vez. Seeger es de los que cree que cantando aún se llega más lejos y por eso lleva 80 años haciéndolo. Solo hay un Pete Seeger, aunque debería haber una ley que obligara a que en cada país hubiera algo similar y no tanto banco central, si al final ya se ve que no sirven más que a quien sirven. Nana Mouskouri no es Pete Seeger, no ha sido una activista, pero en 2010 renunció a su pensión como jubilada griega y varios rumores dicen que está enviando mucho de su dinero a sus compatriotas para ayudarles un poco en esta época infame. Aquí solo tenemos a Paco Ibáñez y Aznar, Felipe y Zapatero cobran 80.000 anuales de pensión y hace tanto sol que se congela el fuego, mientras afuera llueve, afuera hay niebla, afuera hay viento.