21 junio 2012

Enana


Unos 500 y pico habitantes tiene Etxauri. Hace tiempo que no voy, desde que la Subida y Bajada a Etxauri corriendo se quedó solo en Subida. Te ponías ahí en la puerta del Denak Bat, te miraban con cara de qué hará este enano aquí, sonaba la pistola y a zingar. Total, que antes se subía y se bajaba el puerto –así están las rodillas- y ahora solo se sube. Recortes. En lo que no recorta Etxauri es en las fiestas. 500 y pico habitantes. Empezaron las fiestas el martes pasado y acabaron el domingo. Seis días de fiestas. Con dos huevos. Cualquiera entiende que no por más días gastas más, ni por menos gastas menos, pero, aunque solo sea por el detalle numérico, es que llama la atención, joder. Ya han empezado los miles de festejos que de aquí a octubre nos anestesiaran un buen rato. Que no tengo nada en contra, pero aíslas el tema y anda que no es una barbaridad la pasta que se nos va. Ojo, que a mi me gusta que haya fiestas. En mi pueblo, también. Y que haya una orquestilla y estemos todos rodeando la barra –que es un puesto de helaos- y ni puto caso a la orquestilla. Eso me gusta. Y que amanezca y te des cuenta que estás en mitad del río. Vacas –de las de correr delante- no tenemos. No nos llega. Creo que tampoco nos gusta, mucho. O nada. Da igual, cada pueblo se gasta el dinero como le da la gana. Pero si nos quejamos de bancos, políticos, recortes, ERES, etc, igual no estaría de más quitarle un porcentaje de todos los presupuestos y darlos. Sería un detalle. Hay gente que come gracias a detalles. Come, duerme caliente, se ducha y lee libros comprados por otros. No creo que un día más de fiestas o menos sirva de mucho. En Pamplona seguiremos teniendo nueve. Cuando coronas Etxauri para empezar a bajar, aparece al fondo. Desde lejos, es enana. Como todas y todos. Y no sufre.