Buen intento

Alex De la Iglesia me ha recordado a mi tía Marisol a la que tanto quiero. Mi tía Marisol a eso de las 11 de la noche dice que se va a la cama –lo anuncia- y de 11 a 12 y media entra 25 veces más en el cuarto de estar, se fuma tres o cuatro cigarros –dos suyos y dos tuyos-, charlotea, recoge varias cosas, se toma un vaso de leche, anuncia otras 12 veces que se va a la cama y cuando todos los demás efectivamente nos vamos ahí sigue. Yo le echo la bronca porque tengo muy poca paciencia y ella se descojona y me pide un cigarro –porque los deja en el coche para no fumar, de los suyos-. De la Iglesia dijo que se iba pero después. Vamos, que se iba pero se quedaba para tener en paz la entrega de los Goya, como si por irse él la entrega de las Goya fuera a parecer las calles de El Cairo. Ahora dice que se irá pero aún más tarde, cuando se convoquen elecciones. Todo porque, con toda su buena voluntad, se puso a hacer de Ministro de Cultura cuando, que se sepa, no lo era, con el beneplácito y aliento de un buen número de medios de comunicación y de miles de opinadores profesionales y por afición. De la Iglesia se ha dado de morros contra la realidad de la política y, según Icíar Bollaín, “ha abierto una crisis innecesaria y muy dañina en el cine español”. El productor de la última película de De la Iglesia, Gerardo Herrero, ha ido más allá: “Alex ha perdido la cabeza con el Twitter”. Al parecer, anunció su dimisión por el Twitter antes de comunicárselo a sus colegas de la Academia de Cine. En resumiendo: le ha salido todo mal –no tiene la ley que quería, dimite de su cargo y los de su gremio le han tirado de las orejas-, aunque tenga la admiración de millones de personas que quizá a partir de ahora sientan algún remordimiento mientras se descargan sus películas.

Listos

El consejero de Interior, Javier Caballero, declaró el jueves que “a posteriori todos somos muy listos”. Se refería al hecho de que se encontrase el coche de la desaparecida desde agosto dos metros a la derecha de la carretera que une Urbiola con Los Arcos, el trayecto previsto por la fallecida para llevar a su perro al veterinario. No sé a qué vienen esas declaraciones por parte de un responsable político que lo que debe de hacer es guardar las formas, cuando nadie de sus adversarios políticos le ha echado nada en cara públicamente. Si su problema es que ha leído foros, comentarios a las noticias en ediciones digitales y comentarios de calle preguntándose cómo es posible que no se peine correctamente un lugar que está a 1.500 metros de la casa de la fallecida y a dos metros de la carretera por donde tenía previsto pasar lo que tendría que hacer es asumir que la sorpresa tras cinco meses de resultados cero ha sido morrocotuda. Si el coche llega a aparecer en una acequia similar, pero a 45 kilómetros, la sorpresa y por tanto los comentarios hubiesen sido muchos menos, pero supongo que los ciudadanos normales y corrientes podemos tener el derecho de manifestar nuestro asombro, por mucho que el lugar en el que apareció el coche estuviese tapado. No se trata tanto de criticar porque sí a los encargados de la búsqueda como de manifestar que durante todo este proceso se han aireado intimidades de terceras personas sin venir al caso. Joder la vida a dos personas sería motivo de dimisión en cualquier lugar civilizado, pero aquí nos conformamos con ponernos gallitos, hablar así en general de que se estudiará lo que se pudo hacer mejor y, por si las moscas, saltar con que “a posteriori todos somos muy listos”. Si no lo sois, al menos ser un poco prudentes y herméticos.

Señor Juez

Apenas pude comer ayer. Me levanté de la cama con un esfuerzo sobrehumano, preso de una profunda depresión exógena. La endógena la dejé en una taquilla de la piscina en 2001 y aún no me la han devuelto. Lo veía todo negro. Desayuné lo primero que pillé y arrastrando los pies me senté en el sofá a ver la tele. No la enchufé. Tiene polvo. Luego me dormí, me desperté, comí una loncha de jamón de York y un poco de zumo y me eché la siesta hasta las siete. Me dí un baño, leí sin ganas un libro de un tal Echenoz, lo dejé a las dos páginas, cené un tranchette y me metí en la cama. La depresión me viene porque un juez ha dicho que con devolverle el piso al banco ya se salda la hipoteca y eso es muy bonito moralmente pero me veo que a lo peor esto se extiende, más bancos entran en quiebra, el gobierno les inyecta más dinero, sube el déficit, vienen los mercados, nos bajan la calificación, hay que emitir más deuda, nos suben la jubilación hasta los 71, bajan los salarios, sube el gas, la luz, el autobús, el tabaco, el pan –está al caer-, el jamón de York y los tranchettes. Un puto cataclismo, vaya. No se puede ir por la vida así, tan alegremente, señor Juez, aquí tenemos unas normas y las normas es que si nos dan por el bul en nuestro propio beneficio para que esto no se tambalee aún más tenemos que aceptarlo cristianamente por el bien común. ¿No escuchó usted ayer al presidente de la CEN decir que la huelga había sido “una locura”? Tiene razón. Todo lo demás es de una cordura tan milimétrica que acciones como la suya ponen en claro riesgo este porculismo en el que estamos instalados pero al que ya nos hemos acostumbrado y además, de aquí a nada, en cinco meses, ya tenemos San Fermín y las fiestas de los pueblos. Usted no tiene corazón, señor Juez. Usted es un rojo.

Katalinski

De mayor quiero ser experto en arte moderno para que el Ayuntamiento de Pamplona me invite a acompañar a Madrid al concejal cenutrio de turno para que le aconseje qué comprar en Arco y luego tomarnos algo con la flor y nata de la modernidad allá en la capital y volvernos a Pamplona con un par de ollas express rajadas por la mitad y un cuadro –con marco y todo- para guardarlas en una bajera y así hasta el año que viene, todo ello con un coste global de 15.000 euros al que sumar aviones, hoteles, comidas, cenas y eso. Para empezar, tendré que revisar mi fondo de armario, porque con estas camisetas de leñador que llevo no creo que dé el pego en Arco. Eso sí, me han dicho que ahora los pijos se están empezando a comprar de esos relojes Casio que uso desde 1984 de a 10 euros la pieza, así que en ese aspecto estoy a la moda. Además, tengo un amigo diseñador, un amigo publicista, un tío segundo escultor y sé distinguir a Rothko de Kandinsky –Rothko era lateral izquierdo, Kandinsky era el que nos eliminó del Mundial 74. ¿O era Katalinski?-. A partir de ahí no tengo ni puta idea pero tampoco creo que haga falta, porque para gastar dinero, por mucho que este año nos hayan rebajado el presupuesto, no hace falta más que una chequera y muy poca vergüenza. La chequera ya la llevará la concejal y la poca vergüenza ya la pondré yo. Encima, ayer le oí al presidente de la cámara de comercio y bebercio que “la crisis ya ha tocado fondo”, con lo cual voy a gastar con mucho más placer, toda vez que Taberna es un tipo de fiar. Con auténtica saña voy a gastar, diría yo, en nombre de la cultura, de la modernidad, del futuro y de esa crisis que ya toca fondo, como todos estamos notando a nada que llevemos 20 años en algún sillón o nos den cheques en blanco para gastar dinero ajeno.

¿De Dios?

Habida cuenta de que prácticamente el 100% de sus ingresos –la web del Ayuntamiento de Pamplona habla de un 97%- del Hospital San Juan de Dios proviene del concierto que mantiene con el Gobierno de Navarra, podríamos concluir que el Hospital San Juan de Dios hace las veces de un hospital público. Una empresa cuyo 97% de facturación año tras año sale de los bolsillos de todos los navarros es, se mire como se mire, un hospital que sostenemos con nuestros impuestos. Así las cosas, que su directora, Patricia Segura, haya puesto de patitas en la calle a un profesional contrastado y querido por todos los pacientes y familiares y compañeros como es Iosu Cabodevilla debería de tener, en primer lugar, un punto de retorno y, en segundo, una explicación a la sociedad, ya sea vía Parlamento o vía Departamento de Salud, que lo que no puede hacer es agarrarse al carácter privado del centro cuando a la vista está que 97 de cada 100 euros que ingresa vienen de las arcas públicas. La obligación de todo Gobierno que deriva ingentes cantidades de pacientes a un centro por no poder atenderlos en primera persona al punto de que ese centro sólo vive del dinero público tiene que ser no sólo la de mirar los costes, la calidad asistencial o la operatividad: también preocuparse y ocuparse e involucrarse cuando una gerencia desbocada sin ningún apego a esta tierra y solo al número frío se lleva por delante de manera improcedente –así lo reconoce San Juan de Dios- a un profesional reconocido. Y también debería ser su obligación analizar la operativa laboral y legal de toda la plantilla, abrasada con recortes y tretas desde que esta nueva dirección tomó las riendas en detrimento de pacientes, trabajadores y familiares. Y proceder por una vez como la sociedad le demanda.

Buenas noches

Eunice Sanborn, nacida en Louisiana, se casó por vez primera en 1913, hace la friolera de 98 años. Eunice vive ahora en Jacksonville, Texas, y puede que se acuerde de su primera boda hace casi un siglo. Eunice tiene 114 años, seis meses y tres días y desde el 4 de noviembre del año pasado es la persona más antigua del mundo. Porque a esta gente ya no se les puede llamar viejos, como poco hay que llamarles antiguos. Nació en 1896, el mismo año que Henry Ford inventó el cuadriciclo y cuando Eunice creció no había Twitter. Si hubiese habido Twitter, Eunice quizá hubiese colgado en el Twitter lo que comía, lo que bebía, lo que cagaba y todo lo que hacía a lo largo de un día, que es, a lo que leo, lo que hace mucho personal con el trasto ése: exhibirse. Eunice no debe de tener ahora mismo esa ansía exhibicionista que sí que tuvo Justin Giddens, jugador del Power Electronics de la ACB, que colgó esta semana en su Twitter todas las zaborras que se iba comiendo –hamburguesas, sandwichs, helados, etc…- a pesar de que su club le había impuesto una dieta extricta porque estaba como un cachalote. Su equipo le ha mandado a la calle. No se sabe si por gordo o por tonto. Eunice, en cambio, está más fina que el coral, lee la prensa todas las mañanas y quién sabe si llegará a los 122 años que vivió la francesa Jeanne Calment o a los 119 que alcanzó su compatriota Sarah Knauss. Hoy mismo –esperemos que todos ellos hayan pasado una buena noche- hay 89 personas en el mundo con más de 110 años, desafiando todo lo desafiable. Vamos, que llevan como mínimo 45 años cobrando la pensión y viviendo del cuento. No, en serio, a lo mejor nuestra generación vive aún más que estos. Lo que es seguro es que lo haremos más estresaos. Y agilipollaos. Buenas noches Eunice.

Campaña

Desconozco quién debería de hacer algo ante la cada vez más extendida y muy pesada costumbre de los partidos políticos de pasarse las fechas legales de las campañas electorales por el santo forro y abrasarnos con sus campañas particulares cuando les da la real gana. Estos días -y ya desde antes de Navidad- contemplamos el lanzamiento del vídeo con el descarado plagio de UPN a un anuncio de Johnny Walker, pero yo he visto encartados dentro de este periódico folletos de Aralar, PSN –uno inenarrable contando las excelencias del Señor Cangrejo. Hasta salía su santa madre. Tendré que recuperarlo, es un incunable- y de unos cuantos más sin venir a cuento ninguno y fuera de fechas. Debería de existir un organismo que multase a los partidos con sumas astronómicas cada vez que tengan la intención de intoxicarnos aún un poco más con sus historias, ya que para eso tienen las fechas que tienen y para eso en principio hay una legislación clara al respecto, no para hacer publicidad permanente y que los ciudadanos nos la tengamos que tragar queramos o no. La otra noche estaba haciendo la cena y en el descanso de la narración radiofónica de un partido de fútbol sonó el anuncio de UPN en el que habla Yolandamari sobre Queremos a Navarra así. Se me quemó la tortilla, mucho más aún después de haber cometido la imprudencia de haberme tragado el vídeo entero en Youtube, un cáliz del que bebí y que les aconsejo que no prueben porque afecta profundamente a tu equilibrio como persona con sentido del ridículo. Porque a los ciudadanos en general cada día nos dejan hacer menos cosas, nos legislan hasta la respiración, pero ellos siguen teniendo libertad total para con los ingresos que obtienen de nosotros recordarnos diariamente que ahí están. Como sino lo supiéramos lo bastante.

Fechas

Total, que ayer vi en el telediario que justo se cumplían 50 años desde que Kennedy fue proclamado presidente de los Estados Unidos y dijo aquello de “pregúntate que puedes hacer por tu país”. Oswald se lo tomó a pecho y ya saben lo que pasó. Espero que el próximo lunes ese mismo telediario informe de que también hará 50 años de la entrada de El Maestro en Nueva York. Llegó un día que nevaba a mala leche, se fue al Café Wha, pidió permiso para tocar y tocó. Tenía 19 años. En un año ya tenía un disco en la calle y en cuatro ya era el más aclamado compositor de canciones del planeta –los Beatles aún se dedicaban a sus cancioncillas para adolescentes, ja-ja-. Y eso sin tener un padre rico de Boston ni estar casado con una niña pija de los Hamptons. Cuando el talento es masivo es que es masivo. Pero no creo que ese mismo telediario que informó de lo de Kennedy con el Blowin’ In The Wind –tema que todo el mundo sabe El Maestro plagió a la iglesia católica española y su Saber que vendrás. Y sin pagar derechos de autor- sonando de fondo diga nada de lo de El Maestro, básicamente porque la política anula por completo el juicio de los directores de los informativos y entre eso y 12 o 14 noticias macabras y unos 5 o 6 minutos de lo último de Mourinho no queda sitio para casi nada más. Al margen de que está muy extendida la creencia en los medios de comunicación de que los aniversarios de hechos políticos son más importantes para el conjunto de la sociedad que otra clase de aniversarios, por ejemplo los culturales. Algo que nadie ha podido probar científicamente pero que sigue sucediendo. Me acabo de acordar que hace poco fue el 20º aniversario del 0-4 en el Bernabeu. Fue, con diferencia, lo mejor que nos pasó en los 90. Cultural, político, deportivo y todo junto.

Moderno

“Creemos que para un varón el mejor referente a la hora de educar es otro varón”. Estas palabras entre comillas las pronunció el martes el director del colegio privado-concertado El Redín-Miravalles. Creo que con lo que él mismo dice está todo dicho y que la sola pronunciación de esas palabras debería de ser suficiente prueba para que mi dinero –al menos el poco que gano y que cotizo a través del IRPF- no fuera a parar a su modélica, igualitaria, no discriminatoria y en todos los sentidos pristina organización. No quiero sufragar a directores de colegio que consideran que el mejor educador para un niño es un hombre y para una niña es una mujer. Habrá jurisprudencia, estudios pedagógicos –por ahí me los meto-, sentencias, avales, más miedo que alma a ponerles en su sitio –sobre todo esto-, pero nada de eso debería ser obstáculo para liberarnos a los contribuyentes de ideas de siglos pasados y de estrategias educativas que compartimentan la vida, el estudio y el crecimiento en función de si te cuelga algo o no te cuelga algo por donde entre las piernas. El que quiera creer en eso y educar a sus hijos en esa diferencia bajo el más que cuestionable principio de que lo importante es el resultado final y no el proceso de crecimiento en sí mismo, que se lo pague de su bolsillo, de la misma manera que si yo considero que mi médica de cabecera es una inútil –que no lo es, es un cielo- y está afectando a mi resultado final como adulto me voy a un médico privado –por supuesto hombre, no vaya a verme una mujer lo que me cuelga- y me lo abono. Dicho esto, no hay nada que hacer, en la medida en que UPN, PPN, CDN y por supuesto el PSN son unos mingafrías que incluso apoyan esto –o se abstienen- y al mismo tiempo te hablan del Plan Moderna. La Moderna, gran bar de Estella.

Trasvase

Juanfran se ha ido al Atlético de Madrid, Cejudo ha fichado por Osasuna, Corominas viene cedido y Alfonso Úcar abandona UPN e ingresa en el PPN. Vamos, la rutina habitual del mercado de invierno, que en el caso del fútbol dura hasta el 31 de enero y en el de los políticos es perenne pero se acentúa en cuanto sus aviesos olfatos huelen a elecciones y los subsiguientes cargos, puestos y sillas. Dice Úcar que el PPN le ha ofrecido “un nuevo proyecto y tengo ganas de trabajar en él”. Nada que objetar, todos funcionamos por proyectos, y, a lo que se ve, a Úcar lo iban a tener en el banquillo en UPN y en cambio en el PPN le han colocado como titular para la alcaldía de Egüés. Úcar ya sabe lo que es ser titular y como les sucede a muchos políticos la perspectiva del banquillo iba a poder con él, con lo cual ha aceptado el encargo del PPN y por supuesto niega que la clave sea que pidiera a Yolandamari silla en el Parlamento con UPN y ésta se lo negara. Reconocer eso sería como reconocer que lo que le importa es jugar y lo de menos es la camiseta que lleve puesta. Mientras, desde UPN afirman categóricamente que así fue, que una vez que tuvo la oferta del PPN pidió puesto en el Parlamento a UPN y, al negarse UPN, Úcar se dio el piro. No me digan que no resultan entrañables los tejemanejes de la política, la más alta expresión de lealtad a unos principios, je-je. Los de UPN acusan al PPN de ser un poco como el Athletic de Bilbao y éstos a su vez se defienden diciendo que ya no creen que haya muchos nuevos desembarcos. Claro, no hay muchos posibles puestos para ofrecer, por una simple cuestión numérica siempre puede caer algo más en UPN que en el PPN. Si fuera al revés, el trasvase sería incesante. A este paso les van a tener que poner cláusulas de rescisión.

Esquizoide

Las obras de la Sagrada Familia, la crisis, la egolatría del director del Marca. Todo esto se acabará antes de que los actuales partidos que conforman NaBai dejen de salir a los medios de comunicación cada 48 horas avisándose de asuntos internos los unos a los otros y los otros a los unos. Llegaremos a Marte, recalificaremos los terrenos –Vinsa hará casas de a 200 millones con vistas a Urano- y ahí seguirán Txentxo y Maiorga –y los demás- dándose collejas, para asombro y mosqueo de sus votantes y de los que no siéndolo no verían con pésimos ojos un cambio aunque sea de mobiliario y para regocijo de aquellos que aspiran a lo contrario. Es francamente complicado hacer tan mal una política de imagen como coalición, ni encargándosela a tu peor enemigo te diseña semejante disparate semanal como al que últimamente están acostumbrado al respetable algunos de los principales integrantes de ese camarote de los Hermanos Marx en el que se ha convertido la principal apuesta que hay en Navarra para que al menos a UPN le tiemblen un poco las canillas, visto que con el PSN actual –o el de siempre- ni se inmuta. Ayer afirmaban tanto EA como Aralar que su apuesta por NaBai para las elecciones es “inquebrantable”. Para ser inquebrantable, hijos, ya tocáis las pelotas un rato largo, la verdad, con vuestros devaneos –de EA- con Batasuna, vuestros reencuentros, declaración, réplica, manifiesto, documento, respuesta. ¿Es que no os podéis estar un par de meses así como están los demás, que no mueven ni las cejas? Se ve que de momento no. En medio de todo esto, ahora Batasuna quiere reunirse con todo NaBai y plantear vete a saber qué, como descubridores que se creen de todo el oro de Klondike. Supongo que alguien tendrá aún en los oídos lo que estos mismos dijeron hace nada de NaBai.

Incesante

Con todo, que Felipe y Aznar cobren unos 80.000 euros sin pisar el felpudo de casa para ir fuera “a hacer algo” no es lo más grave. Analicemos lo grave. Por ejemplo, el caso de Aznar. Lo realmente asombroso es que Don Aburrido pida 26.000 euros por una hora u hora y media de conferencia. Casi cuatro millones y medio de las antiguas pesetas por recetar un tostón biblíco con ese gracejo que tuvimos que aguantar durante 15 años, siete en la oposición y ocho en el gobierno. ¿Qué contará Aznar en sus conferencias? Ni idea, pero tiene que ser por lo menos –visto el precio- la solución al cáncer, el verdadero asesino de Kennedy o qué está haciendo ahora mismo Elvis. No sé me ocurre nada lo realmente importante que pueda decir un expresidente como para pegar semejante sablazo. No sé, se desnudará, se comerá 100 huevos duros, algo hará que no nos han contado. Por su parte, Felipe, del que se desconoce su caché como conferenciante, saltó hace poco de nuevo a los titulares con aquella famosa entrevista en la que hablaba de la cúpula de ETA, pero a mi se me quedó más grabado esto: la mayor aspiración que he tenido en mi vida es tener un cacho de tierra mía. Tener un pedacito de tierra (seis u ocho hectáreas) es lo que siempre ha sido una gran ilusión para mi. Felipe llama pedacito a tener 10 veces en tierra el césped del Camp Nou, que es lo que traducido a metros son ocho hectáreas. Coño, para ser un pedacito es bastante hermoso. De ahí que tras mucho negarse anteriormente aceptara los más de 100.000 anuales de Gas Natural, se supone que para ir haciendo bolsa para adquirir el pedacito y ya de paso tiene las tomas de la calefacción medio gratis. Como ha comentado Maragall: “muchos de los ex han hecho de su condición un lucro incesante”. Mejor no se puede decir.

Un deber

“Asumir los riesgos derivados de una operación urbanística”. Según Miguel Sanz, la frase anterior significa un deber para el Gobierno de Navarra. Esto es: es un deber para el Gobierno de Navarra asumir los riesgos derivados de una operación urbanística. Valientes riesgos de los cojones en los que se mete un gobierno, valientes riesgos los que obligan a un ente público a dejar de lado su labor como vehículo del acceso global para el mayor número de ciudadanos posible a una vivienda en condiciones para convertirse en un simple mercader a la busca del inversor que más pague para fabricar bienes materiales al alcance de las elites de una sociedad y solo de esas élites. Buscar inversores que paguen lo que dicen que vale la manzana de Salesianos para posteriormente edificar pisos de a 100 millones de pesetas es según nuestro principal mandatario “un deber”. Lo que no sabemos es para con quién se ha autoadjudicado Miguel Sanz el mentado deber, ya que lo que está claro es que los ciudadanos no le hemos pedido a nuestro gobierno que se convierta en un simple especulador de suelo. Especulador de suelo es aquel que compra a 41 y vende a 49, obteniendo de la jugada 8 y por tanto un porcentaje de beneficio del 19%. Ese beneficio –no se cansan de repetir- será destinado a aquello de lo que Vinsa no debiera haberse desviado: promover vivienda protegida. Y sin olvidar que los 41 a pagar a Salesianos para que Salesianos se mueva a Sarriguren saldrán rápido pero los 49 vete a saber si entran y cómo, estando como está la vivienda libre. Pero da igual: es un deber del Gobierno de Navarra arriesgar el dinero que no es suyo para operaciones de resultados inciertos y filosofía pura y duramente especulativa. Como un vulgar jugador de bolsa. Bueno, eso ya lo hace también.

El carnet

Si yo fuese militante de un partido político, de ésos que hacen más pasillos que unos cuantos y cuantas de aquellos compañeros que tuvo uno en la universidad –varios ahí siguen, agarraos al extintor-, y de repente cuando hay opción de dejar de pegar carteles y poder pasar a encabezar alguna lista va y proponen a uno que será todo lo que tú quieras pero que no ha pegao ni un cartel y que el único pasillo que conoce es el de su casa, me enfadaría. Me enfadaría y con razón, coño, que no se traga uno esos congresos infames, esos consejos políticos apestosos y esas cosas que hay que tragarse así por vicio. No, hombre, no. De ahí que entienda el malestar que ha generado en las bases de UPN que Barcina haya designado –¿como hizo Aznar con Rajoy, para putearle todo lo humanamente posible?- a eso que se llama mal llamado un “independiente”. ¿Qué es un independiente, existen, a cuánto está el kilo? Me recuerda a la farsa ésa de “música independiente” o cosas de éstas, cuando se utiliza el “independiente” como un bien en sí mismo, como un valor artístico propio. En política -a lo que parece- algunos políticos también creen lo mismo: como los políticos estamos tan desprestigiados, nombramos a uno sin carnet y quizá con esta jugada nos ganemos unos votos de los descreídos. No debería ser así, debería ser justo al contrario, debería premiarse precisamente la fidelidad al mismo partido que te ha permitido llegar donde estás, porque para eso se vota a partidos. Porque se vota a partidos, lamentablemente. Si hubiese listas abiertas entonces la cosa cambia radicalmente, pero poner en la cúspide a un “independiente” que ni ha pasado por la casilla de salida es un feo considerable a todos los que te han situado y sostenido ahí. No tardará en sacarse el carnet.

Pues bien

Permanente, general y verificable. Echeverría, Iriguibel y Martín. En los 80 hubiese venido muy bien una de éstas, incluso en los 70, hasta en los 90, cuando los que hoy día quieren lucir como pacificadores irredentos estaban callados como el anacoreta que está metido en un hoyo en La Vida de Brian. Han hecho falta un montón de pisotones para que abrieran la boca, aunque siempre la abren en su beneficio. Dicen que nunca es tarde en casos de éstos. Tal vez sea cierto –ojalá-, pero al menos confío en que nos dejen dar nuestra opinión a los que recordamos dónde estaban en los 70, en los 80, en los 90 y hasta hace bien poco. Salir a la palestra cuando te conviene va con la condición humana, pero lo que no pueden pretender es que les hagamos la ola, porque aquí nos conocemos todos y las hemerotecas lo mismo están para lo bueno que para lo malo. No es una cuestión de hastío, tampoco de la certera sensación de que nos han hecho perder una infinita cantidad de tiempo y de energía y de alegría, es una cuestión de simple objetividad: irte de la fiesta cuando ya no queda casi nadie no es lo mismo que irte en mitad del jolgorio. Me gustaría saber qué actitud tendrían el 100% de los ahora pacifistas si siguiesen contando con el respaldo interno y externo de hace 25 años, si seguirían apostando por lo que ahora dicen que apuestan, si sentirían como una puñalada en el cuello cada atentado, secuestro y muerto. No lo sé. Ellos lo sabrán. Lo que sí sabemos es lo que decían y no decían entonces, cuando estaban en la cresta de la ola. Aquellas declaraciones de Floren Aoiz poco antes de lo de Ermua. Aquella portada de Egin cuando lo de Ortega Lara –Ortega Lara vuelve a la cárcel-. Es obvio que habrá que aprender a convivir con todo esto. Pero al menos a mí que no me pidan que aplauda.

¡Viva!

Víctor Manuel Arbeloa, aquel famoso comisario de aquella famosa exposición que costó 3,7 millones de euros –íntegros de déficit para las arcas públicas, los 3,7 millones, ya que no la patrocinó ni el tato- y que salió a 110 euros por visitante –tuvo 33.300, de ellos miles de niños que lo mismo les daba que les llevasen de excursión a las Monjas Blancas-, Víctor Manuel Arbeloa, reitero, ha hecho bueno el slogan de aquella famosa exposición, organizada por los mismos que dicen querer sacarnos de la crisis: Navarra, un futuro entre todos. Porque entre todos y no de otra manera vamos a pagarle a Víctor Manuel Arbeloa la edición de su obra poética, un ladrillo de 800 y pico páginas que el Gobierno de Navarra ha sacado a la calle con nuestros dineritos. Cosas de Corpas, que está editando las obras de sus amigos visto que no se las edita nadie, se supone. Soy de la opinión de que a los 74 años –la edad del comisario- o se dispone ya del dinero suficiente como para editarte tu propia obra o, caso de no haberlo, se dispone de la decencia mínima para que si no te la edita una editorial privada arriesgando dinero privado es mejor que tu obra completa se la hagas leer en casa a los sobrinos, pero a los tuyos. El comisario habrá pensado que Navarra merece disfrutar de su obra completa y ahí que nos la ha endosado con la ayuda de Corpas, otro brillante editor de obra propia con dinero público. Ésta es nuestra comunidad, hermanos y hermanas, un putiferio cultural de unas dimensiones apocalípticas en las que el consejero del ramo y unos cuantos colegas que no han vendido en los últimos 20 años ni medio ejemplar nos meten las manos en los bolsillos para –con perdón- pelársela mientras contemplan los lomos de su obra en el salón de su casa. ¡Viva la socialdemocracia cristiana!

Global

Estoy de la prima de riesgo hasta más allá del píloro, llevamos varios meses que entre la tal prima, los de Moody’s, un tal Fitch –no confundir con el entrenador que nos hizo campeones a los Celtics en la 80-81- y los tales Standard y el cabrón de Poors no hay mañana que no te los cruces en el dial cuando lo giras en busca de alguna canción que no sea de Maná, la Gaga o Sergio Dalma. Cruzar el dial español en busca de un tema que no te irrite el colón es un deporte de riesgo y mucho más desde que cualquier locutor medio puede comenzar el parte de las ocho de la mañana sin dar más explicaciones con frases del tipo Moody’s ha rebajado hoy la solvencia de España o Fitch le ha hecho un calvo a Zapatero. Vas a la caza de alguna emisora que sepa distinguir a Mitch Buchanan de Roy Buchanan y te das de morros con un montón de periodistas que ya desde que estás con la magdalena te martirizan con los negros nubarrones que se ciernen sobre nuestras cabezas todo porque unos pusilánimes de manos blandas y blanquitas que se llaman Bob y Sean y Larry y viven en un adosado con porche en Long Island han tenido una mala noche de lloros en casa con los gemelos y han puesto a la economía española con el culo en posición de firmes. Quiero decir, ¿para esto votamos en las Elecciones Generales, para depender de un tal Bob y del puto Larry? Esto es lo que no nos explican esos locutores, que nos engañan hablando de la globalización. Eso no es globalización, es directamente depender de una cuadrilla de ratas con barco en Martha’s Vineyard y asiento en el Garden junto a Spike Lee. Sugiero a las agencias de viajes españolas que en sus guías sobre Nueva York incluyan las sedes sociales de estos terroristas internacionales para ver si al menos les podemos mear en la puerta. Una meada global.

Limpio

Por estas cosas que tiene la vida, este julio, mientras ustedes se cocían como morsas, caí un día por Mónaco. Un sitio horrible. Como resulta que Mónaco te la ves en media mañana y aún te da tiempo a subirte al pequeño barrio antiguo donde está el Palacio Real a sentarte a ver si salen de allá o la Carolina o la Estefanía o el Alberto o algún sinfundamento de éstos, el caso es que no digo que te aburras pero casi. Y el aburrimiento es el mejor aliado de los fumadores para fumar aún más. Así que me puse hasta las trancas de fumar, aunque confieso que lo hice por otro motivo, nada higiénico, lo reconozco: para tirar las colillas al suelo. Es que andar por aquellas calles tan limpias me daba como miedo, pensaba que en cualquier momento me iba a intoxicar con lejía o con lo que sea que le echen para que aquello parezca recién salido de un juego de Playstation, con menos vida que una fosa común. También pensé –es cierto- en el barrendero. Intuyo que sólo habrá uno, porque la gente por no tirar creo que no se tira ni pedos, pero seguro que uno hay. Y me imaginaba yo la alegría que le daría ver de vez en cuando algo que echar a la pala y de la pala a bolsa. No sé, a fin de cuentas es importante terminar tu jornada laboral con algo que contar. Yo le alegré el día al barrendero de Mónaco, donde hasta creo que tienen baterías antiaéreas para fusilar a los pájaros que crucen su espacio aéreo y que así no le caguen encima a alguno de los fiemos que se toman copas en aquellas terrazas de moda que son la viva fe de la estupidez del ser humano. Me da que aquí no llegaremos a tanto con la Ley del Tabaco, sucios en general como somos, pero hay que recordar que la limpieza sólo se valora cuando hay mugre con la que compararla. Aquello estaba tan limpio que daba asco verlo.

Los Reyes

Les pedí hace un par de semanas a los Reyes Magos una máquina que me hiciera las columnas los días que tengo o catarro o hernia de hiato o dolor de cabeza o pereza o pura espesura o ausencia de estímulos exteriores o pánico a la repetición excesiva y los Reyes Magos me han contestado lo siguiente: estimado amiguito; no crea que en parte no le comprendemos, pero háganos el favor de madurar y piense por un solo instante en su vida y por una sola vez en su vida que si el Niño Jesús le ha puesto a usted a escribir columnitas es precisamente por su demostrada incapacidad para realizar otros oficios o menesteres de mayor utilidad, así que tenga a bien concentrarse al menos una hora al día –no es mucho pedir, creemos- y cumplir con sus obligaciones, así le duelan a usted los güevos –sic- de tanto estar sentao. La máquina que usted nos solicita, por otra parte, está agotada, ya que hace meses que nos las pidieron sus colegas de oficio que escriben siete días a la semana, cuatro semanas y media al mes y 11 meses al año. Ellos y ellas sí que la necesitan, lo de usted es puro vicio y estricta vagancia, con lo cual comprenderá que aunque la tuviéramos en stock no se la enviaríamos, porque el Niño Jesús sólo premia a los que se esfuerzan. Haga el favor de aplicarse y deje de tocarnos las pelotas. Les respondí lo siguiente: estimados Reyes Magos; comprendo su postura y su irritación, fruto quizá del stress laboral de estos días, pero permítanme que les indique que espero que los camellos les sodomicen brutalmente y cuelguen sus tripas del palo mayor. Su réplica fue ésta: amigo pesao; somos tus padres. Déjate de hostias, haz la columna de mañana y baja el rosco que si no no entras en esta casa. ¡Y aféitate, puto vago! Hay que ver con la edad que tienen lo mal que hablan.

43.011

Como ya hemos doblado el Cabo de Hornos tal y como señaló Miranda –próximamente en Sálvame-, no se preocupen ustedes los 43.011 parados que hay en Navarra. Coño, sean ustedes positivos, que después del Cabo de Hornos es to tieso y no tié pierde. ¿Es que no ven tierra u qué?, ¿es que se me marean ustedes o cómo va esto? Les hemos dejado bolsitas verdes por si se marean y quieren lanzar sus inmundicias por la borda, pero hagan el favor de no mancharnos el barco que somos la envidia de España. O éramos. Claro que ser la envidia del país con mayor tasa de paro de la Europa más o menos desarrollada tampoco es que fuera para tirar cohetes, pero una por una nosotros los tirábamos, que aquí trabajo no pero los cohetes nos salen por las orejas. Además, no se quejen, joder, así podrán estar más tiempo en casa y controlar bien que no se les salte el termostato del gas y se les dispare la factura. O apagar bien esos carísimos aparatos electrónicos que antes, como trabajaban y salían de casa corriendo, ni se fijaban que estaban enchufados. En casa, además, se puede fumar, te puedes poner de fumar hasta que se te pone como una barra de metal entre las cejas. Y no se gasta mucho en luz, porque ahora que ya vamos para la primavera entra bastante sol y sin encender una sola bombilla puedes ir tanteando por el pasillo sin darte una hostia. De la misma manera, podrán revisar bien las condiciones de la hipoteca, que seguro que la firmaron cuando pensaban que meaban Moët&Chandon, para ver si les conviene subrogarla. O sea, dársela a un banco aún más ladrón que el anterior. No sé, hagan deporte, paseen, quemen cajeros, apedreen edificios públicos. En una palabra, entreténgase, no se nos vengan abajo, que ya hemos doblado el Cabo de Hornos. En cualquier momento llegamos al Valle de Josafat.

Miente

Es curioso cómo un ser humano que no es creyente, al que no le gusta comprar ni especialmente que le compren, ni las reuniones, ni los ruidos estridentes, con digestiones lentas y que quiere mucho a su familia pero preferiblemente de uno en uno al final acaba todos los años sin excepción juntándose en Nochebuena, Navidad, Nochevieja, Noche de Reyes y Reyes con las mismas personas con las que lleva juntándose desde que nació, a las que ve prácticamente todas las semanas y con las que ha compartido, física y psicológicamente, más tiempo que años lleva Pete Seeger tocando el banjo. Efectivamente, al final el asunto no es para tanto, eso de juntarte con tu familia, pero lo que incomoda es la propia obligación en sí misma, una obligación ante la que nadie es capaz de decir basta, a pesar de que buena parte de los miembros de mi familia mandarían a tomar por saco el hecho intocable de tener que juntarse por huevos. Además, ninguna de las personas que nos juntamos viene de fuera, yo qué sé, de cruzar los mares o escapando de una mafia turca. No, nos juntamos los que nos tenemos más vistos que el tebeo. ¡Anda, tú por aquí! es una de las frases estrella de cada evento de estos, eventos en los que nos ponemos hasta las trancas de comer y de beber como si el año no tuviese más días. Vamos, que cualquiera lo mira desde una galaxia exterior y alucina: ¡esta gente tiene problemas serios! Supongo yo que esto mismo les pasa a la gran mayoría de ustedes, que están tan a gusto con sus familias pero que si un día alguien con mando en plaza decidiera que ya vale de hacer el mico recibirían la novedad encantados. No me malinterpreten. No es cuestión de preferir no juntarse o no ver a tu familia. Es cuestión de que no se acaba nunca. El que diga que el 7 no descansa, miente.