Pechotoro

Definitivamente, Roberto Cangrejo Jiménez es un valiente, dicho sea esto con todos los respetos, eso que en clase decíamos un pechotoro. Porque si le parece una vergüenza –que lo es- que los clubes de fútbol tengan unas deudas que en cualquier empresa normal supondrían el cierre inmediato, que se lo diga al Ministro de Deportes de España, que es José Luis Rodríguez Zapatero, que resulta que es de su mismo partido, presidente del Gobierno, y que anda haciendo el minga con lo de Madrid 2016 y que tanto fardó con la Eurocopa de 2008 ganada por futbolistas pagados por clubes que si fuesen empresas normales ya no existirían. Que se lo diga y se lo diga bien alto y en público, tal y como se atrevió a decírselo el domingo pasado al presidente de Osasuna en una cadena de radio. Si somos valientes, lo somos, que ir de gallito en el pueblo es más sencillo. Se lo dices a tu jefe delante de todos y a partir de ahí te creeremos, criatura. Y otra cosa. Ya que comentaste también que mantener congelados los precios de los abonos de Osasuna es populismo de república bananera, espero que cuando hace un mes te hiciste socio después de darte de baja en 2004 le pidieras al de las oficinas del club que te subiera los ipcs acumulados desde entonces, porque eso sería lo suyo, lo que va con tus principios, tan inamovibles. Si no lo hiciste porque se te olvidó, estás a tiempo, bájate al campo, entra, preguntas por Ostívar o por José Mari y ellos te calculan los ipcs en un santiamén, que son muy eficientes. Apoquinas la diferencia y así dejarás de formar parte de un club populista y bananero. Y luego ya si te estudias la mínima parte que supone en un presupuesto de un club de Primera lo ingresado por abonos te podrás comer el sugus que tú elijas y bajar a la calle a jugar al gua.

Sin rumbo

Como habrían leído, este verano la policía de Nueva Jersey detuvo a Bob Dylan por, literalmente, “pasear sin rumbo definido”. Al margen de que eso es lo que lleva haciendo toda la vida con maravillosos resultados y que es lo que también llevan haciendo como poco el último año y medio los políticos locales, nacionales y mundiales sin avance alguno y nadie les detiene, lo sorprendente del caso es que el policía que lo detuvo no lo reconoció. Como seguramente sabrán muchos de ustedes si leen estas columnitas más o menos habitualmente, soy integrante de la Iglesia Dylanita del Séptimo Día, que no existe pero como si existiera. Sin exagerar, considero que Bob Dylan es Dios. No un Dios tipo creador del cielo y de la tierra y eso. No. Dylan creó sólo el cielo, la tierra está tan mal que seguro que la tuvo que crear otro mucho más inútil, de ciencias mixtas por lo menos. Él sólo se encargó del cielo, que le quedó chulísimo. Por tanto, como es Dios, adopta el aspecto que le sale de los huevos, aunque mi amigo Pachi diga que es calvo y que lleva peluca y que por eso no lo reconoció el policía. Yo, que soy más integrista y no admito que a Dios se le haya podido caer el pelo, pienso más bien que el policía o bien tenía un mal día o que le habían echao unas gotas para dilatarle las pupilas o que era consumidor. El caso es que al no llevar Dios documentación encima pues tuvo que ser otro policía el que finalmente lo reconociera y lo dejaron en libertad al poco, sin que él hiciera en ningún momento uso de sus superpoderes, porque cuando uno se dedica a pasear sin rumbo apenca con lo que va tocando, sin abusar y sin ponerse a cantar para demostrar quién es, ni mucho menos se pone gallito diciendo eso de “no sabe usted con quién está hablando”. No tiene que ser fácil ser Dios.

La comunidad

Como todos ustedes sabrán –incluida la plana mayor del PSN, la de la CEN, supongo que también la de los sindicatos subvencionados, intuyo que los 50 parlamentarios o es que muy tontos son-, porque el Gobierno de Navarra lo publica día sí y día también y no hay semana que no nos lo recuerden Miguel Sanz o Alberto Catalán o Álvaro Miranda o Yolanda Barcina, los gerentes de algunas de las empresas públicas de Navarra pueden llegar a ganar algunos –de hecho los ganan- 20 millones de las antiguas pesetas al año, más o menos. No está mal. 120.000 euros al año es un buen sueldo, ¿no? Hay empresas públicas con un sueldo medio de casi 80.000 euros al año, que también está bien, ¿no? Esto es público y notorio, públicos sueldos, públicas ventajas y privadas responsabilidades, funcionarios que no han hecho examen. Es un sistema estupendo, ¿no creen? No es nuevo. Es más viejo que la tos y ya estaba ahí hace muchos años. Lo único que se ha hecho es ampliarlo y perfeccionarlo. Es la llamada Red, Facebook no inventó nada, de hecho Facebook comparado con esto es un bodrio, porque es muy indiscreto. La Red se amplia en fundaciones varias, cámaras de comercio, empresas públicas municipales, entidades bancarias, asesorías jurídicas, fiscales, laborales y de empresas cuyos clientes son exclusivamente de esa Red, empresas de comunicación y marketing que trabajan únicamente para esa Red, toda una pléyade de pasta emanando de un mismo punto. Vamos, una comunidad dentro de la Comunidad, lo que de pequeños nos explicaban que era un subconjunto, en este caso no especialmente grande –algunas unidades de miles de personas- pero sí muy rocoso y pétreo. Caballero anunció como gran cosa un recorte de 600.000 euros anuales eliminando jefaturas. Hace falta tener una jeta muy bien formada.

Dilema

No consto. Yo pensaba que sí, pero no. Una cosa es que lo uno piensa y otra la realidad. La realidad es que oficialmente no estoy en el paro, cuando de hecho lo estoy, ya que no tengo contrato de trabajo alguno, sólo colaboraciones como esta tan fantástica que mantengo con este periódico y de la que Hacienda me quita bastante más de lo que me quitaría si tuviese contrato. Pero a efectos prácticos no cotizo, soy un sin contrato. No me quejo, es una elección personal, vete a saber si temporal o eterna. Pero ahora tengo un gran dilema ético, desde que mi rival, Iban y Maryajo me abrieran los ojos mientras volvíamos de escuchar a Cohen –alabado seas, milagro de los siglos-. Me dijeron que cuando se te acaba la prestación –creo que se me acabó hace dos años, la última vez que tuve la mala idea de tener un contrato, ja-ja- hay que seguir yendo a sellar el paro para que te contabilicen como parado, algo que yo desconocía porque, a pesar de que por mi trabajo debería ser al revés, mi conocimiento de muchos procesos oficiales y burocracias varias es nulo. Y aquí llega el dilema: ¿voy, me apunto y que se joda Miranda o no voy, no vaya a ser que colabore a que crezca el paro oficial y se nos deprima aún más y prolongue otra vez el Plan Renove, subvencione más levantadas de aceras o se le ocurra cualquier idea chirene? Andar ando mucho y estirarme hasta la Rocha a la oficina de empleo no me cuesta nada, pero tengo pesadillas. ¿Y si de repente me empiezan a llegar, sólo por joderme, ofertas de trabajo y me veo ante la elección de rechazarlas por convicción, pereza vital y la costumbre de la austeridad o por contra aceptarlas por cuestiones relacionadas con la responsabilidad colectiva y la ética personal y una mejora económica? Necesito una lobotomía. O inteligencia.

Inmemorial

El Departamento de Salud va a abrir una investigación para esclarecer qué sucedió con dos atenciones médicas deficientes en Goizueta y Arano –Goizueta y Arano son Navarra desde tiempo inmemorial, aunque parezca mentira me pongo colorada cuando me miras-. No sé qué cojones hay que investigar, porque está bien claro. No hay médico. Tan sencillo como eso. Suele pasar cuando hay que hacer una atención médica y no hay médico, que la atención es deficiente. Pasa en los colegios. Si no hay profesor, la clase suele ser deficiente, por mucho ímpetu que le imponga el bedel explicando matemáticas. Pero lo van a investigar. Con lo cual, los vecinos de Goizueta y Arano se van a quedar mucho más tranquilos. Ya que si el infarto les da entre las 3 de la tarde y las 8 de la mañana –el 70% de un día-, cuando no hay médico, ahora por lo menos ya saben que, si la ambulancia que viene de Leitza –Navarra- tarda una hora o más, al menos después de muertos estudiarán su caso. Y su nombre quedará para la posterioridad –han leído bien, para la posterioridad- en algún archivador de la calle Amaya de Pamplona. Es un consuelo, dejar algo para la historia. Así que se tendrán que organizar los vecinos y que los infartos y accidentes tengan lugar entre 8 de la mañana y 3 de la tarde, cuando sí hay médico. Es sencillo. Les pueden preguntar a Caballero y a Corpas por el proceso, el llamado Protocolo de Emergencias Previstas. Llevar 14 meses en esta situación no es irracional, tampoco es para tanto, la Consejera de Salud desayuna todas las mañanas y sigue desarrollando una vida normal y los lunes se sienta en las reuniones de consejeros. El presidente Sanz también está bien, hace deporte, de tensión perfecto, dejó de fumar. Una persona sana. No vive en Goizueta, Navarra desde tiempo inmemorial.

Andamio

Aquel tío me estaba mirando el culo. No le culpo, yo cuando tengo a alguien a menos de dos metros y va completamente desnudo también me quedo algo perplejo. Si además está bailando al ritmo de Barry White y es de mi complexión, 62 kilos desnudo y 63 vestido, y tiene este par de ojazos verdes que tengo yo, veo hasta normal que cuando me dí cuenta de que me estaba mirando asomara en su cara un cierto arrobo y se apartara. Yo cogí la pantaloneta y me la puse, dejando aún al descubierto mi torso de Biafra y mis piernas hilo dental. Me subí a la cama nido que tenemos en el cuarto del ordenador, abrí la ventana semi-horizontal que hay en el tejado –vivimos bajo tejado- y dije: ¿quién eres? Es una pregunta normal cuando acabas de ver a alguien asomado al cristal de la ventana del tejado de tu casa, que te acaba de ver el culo, la pelota izquierda, la derecha, el miccionador o chorra, tu movimiento pélvico al son de Barry White y hasta el fondo de ojo. Soy el que está revisando los medianiles, me contestó, con acento portugués. Vaya trabajo cabrón, pensé, anda y qué no habrá visto éste en su vida, recién desayunao. Bueno –dije-, pues vale, no sé qué son los medianiles, pero una cosa te digo, como se joda una teja y nos caigan goteras habrá jaleo, así que haz el favor de ir con cuidao y la próxima vez que te vayas a subir a mi tejao sin avisar avisa, ¿vale? Como es normal, me dijo que sí, y ahora el jefe de obra de la casa de al lado ya hasta nos avisa y nos ha pedido a ver si pueden poner un andamio en nuestro tejado por seguridad y eso y como somos en el fondo buena gente les diremos que sí. Yo estoy yendo a tomar rayos uva aunque den cáncer y sigo un programa de pesas y cada día bailo mejor, que me gusta tener luz en casa y vete a saber quién se va a asomar a tu ventana.

Columnas

Escribir columnas es sencillo. Y agradable. En realidad, las columnas prácticamente se escriben solas, al menos en mi caso. Lo único que hay que hacer es tener la cabeza vacía la mayor parte posible del tiempo para que entre alguna idea que pueda llegar a ser merecedora de formar parte de una columna. Eso es lo único difícil, que haya un tema decente que quiera convertirse en columna y que además gane a los demás en la batalla que mantienen dentro de tu cabeza. Los temas relacionados con políticos, desastres, malas gestiones, declaraciones desafortunadas, mala leche, dejaciones y demás asuntos negativos ganan muchas veces la batalla en primer lugar porque ya dije una vez que para escribir cosas bonitas ya está Paulo Coelho y en segundo porque el 95% de cosas hermosas que hacen la gran mayoría de las buenas personas que pueblan el planeta a menudo quedan oscurecidas por las putadas que llevan a cabo ese 5% de cafres o simplemente ineptos que normalmente rigen la sociedad, forman parte de eso que se llama la actualidad o que, sencillamente, aparecen en exceso en los medios de comunicación, incluido éste, ya sea mediante notas de prensa, opiniones, contraopiniones, entrevistas, informes, estadísticas, inauguraciones o meras fotos. Bucear en medio de esa informe masa en la que parece que pasan muchas cosas pero en la que en realidad no cambia nada o apenas nada en ocasiones pone de mal humor. Viene esto a cuento de que tanto mi madre como mi rival, que son de lo que más quiero del mundo, me han dicho últimamente que destilo muy mala leche y tal vez tengan razón, pero que no se preocupen, que esto es solo un trabajo, nada más, y que ya intentaré escribir cosas positivas y graciosas si es que puedo. Algún día encontraré un trabajo honrado, ja-ja.

Navarros

Se ha montao una mediana porque dada mi incapacidad no debí explicarme bien en el artículo de ayer o es que es verdad que hay personas a las que les molesta que les digan que no son navarros del todo. A ver, en primer lugar, culpa mía. En ningún caso quise decir que aquellos que son de Pamplona para abajo no sean o se sientan navarros del todo –aunque a mi ser o sentirme navarro del todo me parezca, es un tema personal, completamente intrascendente-, sino que los gobernantes, al ser la gran mayoría de Pamplona para abajo, no tienen con respecto al norte la sensibilidad normal que sí que tendría un político si fuese del norte. Eso es completamente humano y lógico. Yo tengo más sensibilidad para mi pueblo que para un pueblo que esté en Navarra pero que no he pisado en mi vida. Eso nos pasa a todos y es perfectamente entendible. Lo peligroso es cuando eso les ocurre a los que diseñan las políticas económicas, educativas, sanitarias, sociales y de toda clase para el conjunto de navarros que vivimos desde Cortes hasta Valcarlos. Y es ahí donde dije que no me parece navarro del todo el gobernante, parlamentario, miembro de la oposición o quien quiera que sea con mando en plaza que no es capaz de ver –o lo ve pero le importa un pimiento- que grandes zonas de Navarra se mueren por inacción, al margen de que habitantes de esas zonas, en su libre derecho, salgan de allá porque les apetece. Otros lo hacen porque no les queda más remedio. Eso es lo que quise decir y pensaba que así se iba a entender, pero al parecer no fue del todo así, con lo cual pido disculpas si alguien se pudo sentir ofendido –me refiero a lectores, no a políticos-. A ver quién coño soy yo para dar carnets de navarridad ni cosas de ésas. Nadie. Pues eso, que tengan un buen día.

¿Navarros?

Con el beneplácito del Gobierno de Navarra, el Ayuntamiento de Pamplona va a permitir aumentar la edificabilidad de diversas promociones, lo que hablando en plata supone que los promotores harán, por poner, 10 pisos donde antes podían hacer 8, con lo cual ganarán más, se mantendrá o crecerá el volumen de viviendas vacías, no bajarán los precios y la farsa de la economía sostenida por el ladrillo continuará. Al mismo tiempo, se incrementará el peso de Pamplona y comarca en la distribución poblacional, industrial, educacional y de servicios de Navarra, que ya de por sí empieza a alcanzar los volúmenes de Aragón, que es, salvo núcleos muy concretos, un páramo con Zaragoza en medio. El miércoles inauguraron con foto y todo el consultorio médico de Aribe y allí acudieron Amelia Salanueva y María Kutz. Seguro que el chofer se perdió para encontrar el sitio. Es una pésima inversión. Mejor hubiese sido construir un crematorio, porque a este paso ya no va a haber gente que necesite pasar por consulta médica alguna, sólo para que le sellen el acta de defunción. Es duro decirlo, pero así es. O se invierte discriminando positivamente en esa zona y toda la montaña navarra a saco y sin miramientos o se le van a quedar a la Film Comission unos parajes acojonantes para los rodajes sin un solo paisano que se cuele de improviso en plano, se iba a hacer Corpas unas fotos de impresión. Dicen estos de UPN que ellos son navarros. Mentira puta. Son de Pamplona para abajo, que también está muy bien pero no es ser navarro del todo. Sanz es de Pamplona para abajo y punto, como Jiménez, como decenas de parlamentarios de antes y de ahora. Barcina ni eso, ésa es una mera tecnócrata. Y eso, aunque sea duro de oír y de escribir, es así, porque la realidad así lo demuestra. No estáis a la altura.

Sentada

Que con bastantes de las personas que han apoyado esta misma causa tenga yo –y ellas conmigo- los mismos puntos de encuentro que un esquimal y un berebere no quita para que sienta una surrealista indignación porque 12 personas se tengan que sentar hoy en un juicio porque les han pedido 30 meses de cárcel por cortar el tráfico durante 20 minutos encadenados a un bidón en defensa de contar con espacios de autogestión. De la misma manera, con esas mismas personas –como ellas conmigo- tal vez no comparta casi nada –o sí-, pero el hecho de fondo no es ése, sino la desproporcionalidad, comenzando por la vergüenza ajena que produce ver a Simón Santamaría, todo un máximo responsable de la Policía Municipal de una ciudad que se presume cívica y seria, personado en persona en el lugar de los hechos, moviendo el bidón con sus pies, ejerciendo de chulito de playa y, en definitiva, rebajándose a la altura que se le supone vistas las imágenes. Este señor, del que el PSN pidió su dimisión para al poco retractarse –Cangrejo Jiménez dijo ayer que su partido era firme pero flexible, “como un junco”. Ya será como una ortiga-, sigue siendo el mando en plaza con el beneplácito sumo de esta alcaldesa medio desaparecida que tenemos desde que le encomendaron –o culminó su estrategia de planta trepadora- hacerse cargo del partido que cortó el tráfico para montar la manifestación contra la venta de Navarra y la negociación y aquello, ya recordarán. Aquí se corta el tráfico cuando les sale de los huevos a los que mandan, ya vengan los de Red Bull a echar humo, Rajoy a sostener pancartas, medio millón de currelas a levantar aceras en perfecto estado o a rehacer carriles bici diseñados con el culo. Toda mi solidaridad para los que hoy se sentarán donde nunca les tendrían que haber sentado.

Fuera

José Ramón Lasanta es Jefe de la Sección de Obras del Departamento de Educación, encargada de la construcción del Conservatorio Superior y Profesional de la Música, en Mendebaldea. Las obras ya deberían haber comenzado hace mucho tiempo, pero aún no lo han hecho. Lasanta ha dicho: “No nos habíamos fijado que había caducado el plazo para comenzar las obras, por lo que vamos a proceder –burócrata- a pedir una prórroga de la licencia”. La licencia de obras se la dieron en febrero. Bien, Lasanta –también Arricibita y Esparza, sus superiores-, haced el favor de iros al paro. O, ya que no seréis capaces, que alguien os destituya inmediatamente. No fijarse que la licencia de obras del proyecto estrella de tu sección ha caducado es motivo más que suficiente para que os dediquéis a otra cosa en otro sitio, pero no a costa de los impuestos de los navarros. No es nada personal. Por otra parte, el presupuesto asignado en mayo de 2009 para todo el complejo musical éste fue de 28 millones de euros, casi 5.000 millones de las antiguas pesetas. Tres años antes, cuando se anunció su construcción, era de 15 millones de euros. En tres años, 13 millones más de euros. A la puta calle el que lo presupuesto en 15 o el que lo presupuesto en 28. Y si se va Pérez Nievas también, mejor que mejor, un incompetente menos. Un incompetente es que aquel que cuando sus funcionarios no son competentes tiene la competencia necesaria o para irse él o para sustituirlos por otros que sí lo son y cumplen sus cometidos en precio y plazo, que es para lo que se les pone ahí, no para que den ruedas de prensa y se carden el pelo. En el bar París de la calle Jarauta dan comidas a 50 céntimos de euro a las personas sin recursos. 26 millones de comidas. A la calle, a la calle, a la puta calle.

Semenya

Parece ser, sólo parece, que Caster Semenya tiene huevos, algo que tanta falta le haría a Zapatero, si es que por una vez me dejan utilizar frases machistas de esas que comparan huevos con determinación, valentía y chorradas así. En principio, al margen del drama personal que le pueda suponer a una mujer que se considera mujer y que además por tener 18 años apenas ha dejado de ser una niña el hecho de que medio mundo se convierta en su ginecólogo, la presencia de testículos internos debería invalidar su título mundial en los 800 metros, logrado con la diferencia más escandalosa de la historia de Mundiales y Juegos Olímpicos, ya que sus volúmenes de testosterona –parece ser- son tres veces superiores a los de las mujeres, pero 10 veces menores que los hombres. Por lo tanto, nos encontraríamos ante un posible caso de hermafroditismo, que es cuando se es al mismo tiempo hombre y mujer, al menos desde un punto de vista físico. Criada como mujer, tratada como mujer, es obvio que Semenya es mujer, por mucho que tenga huevos, dos, tres o nueve. Cosa distinta es que no haya habido un solo mecanismo previo en las competiciones de todo tipo, deporte y condición que permita estudiar estos hechos antes de que se puedan producir situaciones tan terribles como las que estará viviendo esta muchacha, que no tiene ninguna culpa de que su cuerpo sea como es, ya que lo más probable es que ni ella misma supiera qué es lo que guardaba en su interior. Así que al menos a mi me parecería lo más justo que se le mantuviera la medalla y luego ya se vería qué hacer en el futuro ante su caso u otros que puedan resultar similares. Más escandaloso es que aún resistan récords mundiales logrados por atletas que desayunaban dinamita y nadie diga nada ni tenga huevos ni ovarios para eliminarlos.

Historia

Pues bien, bien, se va cerrando el círculo perfecto, ya podemos unirnos a Leire Pajín y Bibiana Aido –Zapatero no levantó el puño porque no se deja llevar por los impulsos- y entonar el arriba los pobres del mundo sin que se nos caiga la cara de vergüenza al suelo. Como recordarán, todo esto empezó cuando los grandes bancos dieron dinero a los que no tenían trabajo o sí muchas posibilidades de perderlo, cuando los bancos ofrecían el 120% de la tasación de las viviendas a la hora de negociar unas hipotecas estratosféricas fruto de la especulación, cuando esos mismos bancos colocaban ese material peligroso en los fondos en los que invierten los que no tienen problemas para llegar a fin de mes, poniendo en riesgo los ahorros de los se ganan la vida trabajando a la antigua usanza y también de los que se la mejoran gracias a bolsas y Sicavs. Aquello reventó, hizo croc y cric y los líderes del mundo que habían permitido todo eso y más nos anunciaron que a fin de que no se fuera todo al infierno había que ayudar a esos bancos y a esas corporaciones y les inyectaron liquidez. Bien. Poco después, comenzó el goteo incesante de despidos, cierres y demás y como a los gobiernos, especialmente al de aquí, le parecía hasta feo no darnos algo también a los que nada habíamos hecho pues nos soltó unos durillos para ver si colaba. Y, claro, el agujero se comenzó a agrandar y qué mejor para taparlo que seguir siendo los más progresistas y levantapuños de todos y subir el tabaco, el alcohol, la gasolina y si se ponen ustedes tontos también el IVA, esas cosas que pagamos todos por igual así tengamos Sicav o libreta de la Caixa del Penedés. Ya lo ven amigos, esto es el socialismo, así construye Zapatero la historia. Tal vez ésta le absuelva. Nosotros no deberíamos.

Optimismo

Y a la vista de aquel cenicero rebosante de colillas, nuestro particular Colombo exclamó ¡Aquí ha fumao alguien! Impresionantes las prestaciones de Txentxo Jiménez ofreciendo una rueda de prensa acerca del ex novio de la presunta infiltrada de UPN en NaBai, impresionantes. Como igual de impresionante el papel de Patxi Zabaleta –ese recién llegado- asistiendo al espectáculo a su vera, impertérrito e incólume al paso del tiempo. Y no es que nos sorprendamos ninguno a estas alturas de que pueda haber infiltrados de unos partidos en otros –a saber: Roberto Jiménez es un infiltrado de IU en el PSN; Palacios de ANV en el PP; Erro del PP en IU; Barcina del PNV en UPN; Burguete de UPN en CDN-, ni tan siquiera de que en realidad todos ellos sean unos infiltrados de un mismo partido único, ni menos nos sorprendería que mañana saliese un científico declarando que en realidad son unos ciborgs que programaron en su día Aizpún y Amadeo Marco en una bajera de la calle Diputación Foral de Navarra de Navascués –existe, la calle existe, es el kilómetro cero, ji-ji- para que mantuvieran la esencia navarra defendida de la invasión vasca, la boliviana y la moldava. No, lo realmente sorprendente es que aseguró que este caso “no es el único”, pero que aún no puede dar “más datos”. Me recordó a Mila Ximénez diciendo que no podía aclarar nada más de lo que sabía de la separación de Kiko y Makoke –si no sabe quiénes son Kiko y Makoke culpa suya es, no lea tantos libros- pero que algo había. A eso le llamo yo seriedad, rigor, altura política y visos de estadista. “No estamos en condiciones de asegurar nada”, fue una de sus frases, al más puro estilo Catarella –lea más libros, no vea tanta tele-. No obstante, seamos optimistas, nada es eterno. Bueno, Zabaleta igual sí.

Espera

Leonard Cohen te mete la mano en la garganta, en el estómago, te lleva a sitios en los que hay tanta belleza y tanto dolor y por qué no alegría que las lágrimas son sólo una parte física de lo que se puede hacer, si es que se puede hacer algo más que mirar, callar y llorar, cuando el que canta es Leonard Cohen y lo que canta son esas cosas que ha escrito eligiendo una a una y durante años unas pocas palabras de entre las millones de posibles combinaciones que existen. Las hermanas Webb son dos de los ángeles que le rodean, acompañadas de una guitarra y un arpa susurran el If it be your will (Si fuese tu voluntad) después de que el poeta y cantante haya recitado la primera estrofa: si fuese tu voluntad que no hablase más y que mi voz estuviese callada como lo estuvo antes, no hablaría más, así me quedaría, hasta que hablaras por mi, si fuese tu voluntad. La voluntad de los que el jueves que viene llenaremos el BEC de Bilbao sería que todos llegásemos con bien a la hora en la que tras tantos años de espera el viejo maestro canadiense salga al escenario para regalarnos su inmenso talento, sensibilidad y, por encima de todo, ingente capacidad de comunicar emoción. Ciudad por ciudad en la que ha estado este verano se repiten casi invariablemente las mismas frases, idénticas sensaciones: es el mejor concierto que he visto en mi vida. Nunca he visto algo parecido, nunca. Vimos a Cohen hace un año en Benicassim, pero al ser un festival la ración de cielo se nos quedó corta y por eso iremos a Bilbao, a que nos den el cielo entero, ahora que por casi todas partes dominan el ruido, las amenazas, la confusión y la complejidad, propias o ajenas. Iremos a que Leonard Cohen nos bendiga para poder hacer nuestro camino con algo de honestidad, decencia y, sobre todo, verdad.

Basta ya

Habrá que dejar para otro día lo de tratar de hacer algo de humor con la actualidad o el propio mundo a la vista de que sigue en pie y creciendo ese conejo de chistera que se sacaron Miguel Sanz y Roberto Jiménez para afrontar el otoño hablando de nada para hacernos hablar de nada: el pacto por la convivencia. Si no fuese el dolor de las victimas, de los escoltados, de los insultados, de los amenazados por las bestias tan terrible, tan antiguo y tan actual darían ganas de mandarlos a todos a hacer viento. Bueno, ganas dan muchas, a qué negarlo. Pacto por la convivencia, hay que joderse, como si salvo la minoría que cada día es más minoría los demás no hubiésemos hecho un pacto personal y colectivo hace años en el que seguimos y seguiremos, como si hasta ahora nos hubiésemos estado mirando las pelotas o sacando la zaborra de las uñas con un palillo, como si de repente hubiese otra vez que salir al patio del cuartel a que estos dos o cualesquiera otros nos pongan la medalla de demócratas o de gente de fiar, como si hubiese que estar toda la puta vida machacando una otra y vez la misma cosa, la misma premisa, el mismo salvoconducto que nos permita demostrar –y a otros contemplarnos- dónde estamos, qué pensamos y qué decimos. ¿Qué quiere usted señor Sanz, darle caña a Aralar, a IU? Désela si quiere, pero déjenos a los demás en paz, no nos meta en medio, porque cada uno estamos donde estamos sin necesidad de que ni usted, ni Jiménez ni Zabaleta ni ningún otro burócrata nos tenga que molestar ni un solo minuto más con este asunto, que bastante manipulaos estamos todos ya, que bastante hartos estamos todos ya de haber coincidido en el espacio y en el tiempo con estos iluminaos y con unos cuantos políticos que lo utilizan y nos utilizan. Hala a jugar a pala.

Como siempre

Como no podía ser de otra manera para que las tradiciones sigan siendo tradiciones, el jurado del Príncipe de Asturias de los Deportes cometió una nueva tropelía otorgando el galardón a la pertiguista rusa Elena Isinbaeva en detrimento, sin ir más lejos, del etiope Haile Gebrselassie –por no hablar de Roger Federer y menos de Ángel Nieto-. Para situarnos, la pértiga femenina es un deporte que no tiene ni 15 años de historia –la checa Bartova fue la primera plusmarquista mundial en 1995 con 4,10, casi un metro menos que ahora-. Otorgarle un reconocimiento de este nivel a una atleta, por muy buena que sea, que practica una prueba casi sin historia –sólo se han disputado tres finales olímpicas hasta la fecha- frente a un hombre que como Gebrselassie compite en distancias que ya se disputaban hace más de 100 años y que desde hace 16 años es junto con su compatriota Bekele el mejor fondista de la historia es un insulto serio a los seguidores del atletismo –del pelo que lo fue para los aficionados al motociclismo cuando le dieron el premio a Sito Pons-, que no entienden cómo se puede demostrar que hay un atleta mejor que Gebrselassie, que ha sido plusmarquista mundial de 5.000, 10.000 y que en la actualidad lo es del maratón, una prueba que preparan y corren millones de atletas federados y populares en todo el planeta. Isinbaeva –en su derecho está- está subiendo centímetro a centímetro y cheque a cheque su récord mundial y es una deportista excepcional, pero, definitivamente, está aún muy alejada del nivel que se debería demandar o que al menos presentaban el etíope o el mismo Federer. Es una pena que los miembros del COI que le dieron el varapalo a Madrid 2016 no le comenten también a Lissaveztky que dejaran de hacer el ridículo con este premio. Por rematar.

Aburren

En serio lo pregunto, ¿a ustedes en general -no hablo de la familia y amigos de la concejala- les importa una mierda si a Cristina Sanz la echan del grupo municipal de UPN o no, si pasa a estar entre los no adscritos o no, si le ha sentado bien o mal que le hayan dado voleta, les ocurre como a mi, que me es absolutamente indiferente si esta buena señora en sus primeros años en edad de cotizar se haya convertido casi en la cara del verano sin que ninguno sepamos –al menos yo no lo sé- qué ha hecho por el común que se pueda recordar esta buena señora? Ahondando aún más, ¿para qué sirve un concejal, es comestible, potable, hacen algo? Por otra parte, ¿nos hemos vuelto todos locos o soy yo?, ¿no les pasó algo similar con lo del cohete de fiestas de Berriozar?, ¿no les dio la sensación de que se nos ha ido a todos ya definitivamente la pinza y que semejante circo por parte de todos –los políticos, me refiero- no hace sino certificar que debería existir alguna ley que les prohíba iniciar fiesta alguna?, ¿sería alguien tan amable de pedirles que dejen de meter sus narices permanentemente en las diversiones y merecidos descansos de los ciudadanos?, ¿le podría decir algún alma caritativa a la consejera de Deportes que deje de aparecer en todas las fotos de las presentaciones de los equipos deportivos de Navarra?, ¿podrían, aunque fuera por un tiempo, olvidarse de nosotros y dejarnos disfrutar de nuestras cosas sin tener que asomar sus gepetos? Es que es una contaminación brutal, de verdad, esta realidad paralela que nada tiene que ver con la realidad real en la que están metidos los medios de comunicación y en la que los políticos te inundan con su presencia, con el beneplacito de los medios, por supuesto. Aburren, aburren. Tal vez sea eso lo que pretenden, ¿no les parece?

Es cansado

Despacho de Miranda, vicepresidente del Gobierno y consejero de economía, agosto de 2009: pasará el verano, se acabarán las fiestas y las vacas, la gripe A será leve… ¡¡¡Dios!!!! Hay que hacer algo, hay que hacer algo, no podemos dejar que la gente piense mucho en que está en el paro, la gente cuando piensa es peligrosa, se le ocurren cosas. Asesor de Miranda: podríamos lanzar un nuevo paquete de medidas. Ya está, lo tengo: Plan H intercalada. Miranda: Calla la boca. Asesor: Modificar los estatutos de Caja Navarra. Miranda: eso a la gente se la pela y además ya está previsto. Asesor: me han dicho desde presidencia que el hombre de Pepiño en el INEM ha visto el avance de datos y que el paro bajará. Miranda: no me sirve, el paro siempre baja en agosto. No me sirve, no me sirve. ¡Joder, es que no recuerdas que dije que no pasaríamos del 10,5% y ya estamos en el 12,23%! ¡Moved el culo, montad un think-thank, otro congreso de talento, otro plan, sentad las bases de algo, haced algo, decirle a Corpas que se suba a otro helicóptero, yo qué sé. El asesor cierra la puerta tras de sí y oye el ruido que hace el tomo del último Plan de Empleo al estamparse contra el marco. Baja las escaleras, sale de Diputación y se va al Monasterio. Saluda a los funcionarios. No tiene ganas de hablar, está nervioso. Su hijo pequeño tiene hoy la entrevista en la que le dirán si le aceptan en el Cener. De director. No le costó hacer la llamada, pero está cansado de dar y recibir favores, muy cansado. Se jubila en enero. Coge el móvil, marca un número. Da un trago al vino, navarro: Miguel, me tiene hasta los cojones, pero te prometo que aguantaré. Anda, hazme el favor de pensar algo sobre ETA o así, de navarros buenos y malos, que te sale muy bien. Luego dicen que ser funcionario es fácil.

Efímero

El local se presenta como una experimentación sobre la descontextualización de las formas y de los materiales. Se hacen desaparecer las referencias formales asociadas a la hostelería y se busca un lenguaje que navega entre la arquitectura efímera y la instalación contemporánea. Destaca la expresiva barra concebida como un elemento escultórico que organiza el espacio en difusas áreas. Este párrafo anterior, que guardé en verano como el oro que es, hablaba de un bar. El texto apareció en este periódico, en la sección Ecos de sociedad, y venía sin firma, con lo que supuse que la persona encargada de elaborar aquel día la sección se limitó a copiar en el espacio asignado la información que le llegó procedente del bar –o bar restaurante o como quieran llamarlo-. Intuyo también que, de cara a la inauguración, los dueños del local se pusieron en contacto con una agencia de comunicación para que les redactaran esta nota de prensa, que es, no me digan que no, un primor, que parece que te va a servir la chistorra Frank Gehry. Yo, por supuesto, les deseo mucha suerte a los dueños en su aventura pero el bar no lo pienso pisar, porque a mi me gusta que la ensaladilla rusa no sea efímera ni la tortilla de patata descontextualizada y que, en general, experimente Paca. Y, evidentemente, que la barra no sea muy expresiva y no me hable, que ya tengo yo mi propio mundo interior. Decía la nota además que “a la inauguración asistieron numerosos representantes del panorama social de Pamplona”, lo que me llevó a preguntarme qué cojones es eso de panorama social, si es un carnet o así y, al mismo tiempo, a desear sinceramente que tanto bar como agencia de comunicación triunfen y sigan ofreciendo a gentes rancias como servidor tantos momentos de deleite, ya sean difusos o no.

Por favor

Si yo montara una empresa –la CEOE oé-oé-oé-oé me libre- sería hasta medio normal que si no me fuera del todo bien –lo que en mi caso sería inevitable- tratara por todos los medios de aliarme con otras para sacar adelante a mis cachorros –en mi caso a los cachorros de los que trabajan en Caja Navarra, no hace falta que me deis las gracias-, lo que los pijos llaman “establecer sinergias”. Fruto de esa sinergia –no confundir con anemia-, la otra empresa se encaminaría, indefectiblemente, a tomar por culo, porque si hubiese hecho bien su know how –“saber qué hacer”, esto es para los que estudiáis LADE- tendría que haber sabido que esperar algo positivo de una alianza fabril o comercial conmigo es como esperarlo de Roberto Señor Cangrejo Jiménez si votaste cambio. Si, por contra, montara un partido político –la CNT me libre- para sacar adelante una forma de estar y ser y hacer y la cosa me fuera mal –lo que en mi caso sería inevitable- y creyera que no me iba a votar ni la familia, supongo –sólo supongo- que tendría un poco de dignidad y vergüenza y no me arrastraría como una babosa por el barro con la palma hacia arriba en forma de cuenco buscando aliados –mejor dicho, implorándolos-, porque se supone que así como con el sustento uno puede rebajar un poco –muy poco- sus principios, con los principios no se pueden rebajar los principios, porque entonces dejan de ser principios, ¿no? A estas alturas de la farsa, hablarle a un político profesional de principios o de respeto a sus propios votantes es tan inútil como saber quién manda en NaBai y para qué, pero lo de este verano de Burguete y querer aliarse con UPN y PP rompe barreras. Lo que ya es decir en esta tierra. Alli tiene que estar meao de risa. Y Sanz no te quiero ni contar. Por favor Sálvame, na-na-ní na-na-ní.

Don Pablo

Elvira, la mujer, su mujer, con la que agarrado del brazo conformaba una de las parejas más paseadas, elegantes y dignas de todas las que uno podía cruzarse por Pamplona y el mundo, hermosa y acicalada ella, impoluto y firme él, le dijo: Pablo, éste es Nagore. ¿Te acuerdas, el de la librería, el que ahora escribe? Entonces, don Pablo –le llamé don Pablo ese día en el que me presenté en la barra de La Montañesa, como lo había hecho un par de años antes, cuando, por mail, le hice una pequeña entrevista-cuestionario para una página sobre libros que ya no se publica- se giró sobre su propio bastón, apoyadas las dos manos en él como sólo saben apoyarse los que no tienen vergüenza de usar bastón ni mucho menos de pasear agarrados a su mujer, al contrario, y me dijo: me hacen gracia tus cosas, Nagore. Que alguien como Antoñana te dijera eso, aunque supieras que era un cumplido exagerado, supongo que hizo que me elevara del taburete un par de palmos, lo que no escapó a la mirada fuerte y tierna de don Pablo debajo de esas cejas levantadas y en las que de pura espesura y negrura siempre creí que cabían objetos. Y, con una sonrisa, añadió: algunas de tus cosas. Seguía siendo un cumplido, mayor aún si cabe, porque nadie mejor que el que escribe a menudo sabe que apenas un puñado de cosas o frases, con mucha suerte, pueden llegar a ser salvadas de envolver pescado. Una de sus cosas que servían para mucho más que coger grasa, El capitán Cassou, me la dio a leer otro que ya no está y que amaba la letra escrita por encima de casi todo, excepción hecha de las personas y de salir al monte, Peter De Miguel, otro excelente señor que se fue demasiado pronto. Aquí estamos otra vez, don Pablo, será una gran alegría que, de aquí a julio, alguna cosa, aunque sea pequeña, le haga gracia.