31 marzo 2013

Lee


Tuve un compañero de clase coreano. Esto hoy en día es de lo más normal. Pero en 1980 y en Pamplona era curioso. El padre de Lee era experto en artes marciales y Lee era mi compañero. Mi casa quedaba como a diez minutos andando del colegio y una vez no sé por qué vino Lee a casa después de clase. Había que cruzar algunos campos de hierba y tierra y estaba embarrado y llegamos los dos hechos un cisco. Mi madre se quedó mirando a Lee, contuvo la respiración, nos preguntó si queríamos merendar y no dijo nada. Lee dijo que sí, que le apetecía, aunque tenía un castellano peculiar. Merendamos, mi madre nos apañó la ropa y luego pasó su padre para llevárselo a casa y le dio las gracias a mi madre con mucha ceremonia. Mi madre me dijo: ¿qué come Lee? Lee calculo que era unas 17 veces yo. Su padre, unas 170. Más majos los dos que la hostia. ¿Qué comía, mamá? Toda la clase recordamos sus bocadillos de huevo frito y que cuando unos cuantos se apuntaron a judo en el cole y les dieron cinturón blanco-blanco Lee ya llevaba uno casi negro, aunque Txutxin -y yo lo he visto- una vez casi consiguió moverlo. Era tremendo de grande, con el pelo liso cortado a tazón y suponemos que detrás de aquellas rayas tenía los ojos. Hace siglos que no le veo, porque además enseguida se cambió de colegio, aunque una noche de mambo también de hace mucho nos encontramos con él y seguía igual de majo y ya de un tamaño relativamente estándar. Esto es todo lo que sé de Corea, ya sea la de norte o la del sur. Y no pienso entrar en la Wikipedia para saber más, porque a fin de cuentas casi todo aquello de lo que pueda enterarme no me va a aportar lo más mínimo en relación a lo único que de verdad me interesa: que Lee y su familia estén bien y que a ver si sigue almorzando huevos fritos entre pan y pan.

29 marzo 2013

Abuelos


Me encontré con un tío que lleva meses en el paro. No cobra prestación. Pese a que trabajó varios años. Era y es brillante y trabajador. No le indemnizaron al despedirlo. Aunque oficialmente no le despidieron. La perversión del sistema avisó de que se terminaba la relación que mantenía con la empresa en la que con un sueldo del tercer mundo le exigían un rendimiento del primero, una capacitación y dedicación de fijo y alegría y disposición. Se acabó, lágrimas de cocodrilo por parte de quienes permiten en sus empresas ese sistema –no se libra ni una. Ni una- y que pasen otros. Tiene 24 años y me contó que seguramente se vaya fuera. También –sonriendo- que hasta le duele ver el Telediario. Los días que no sé de qué escribir, los días en que sabiendo que esto es un lujo y que tengo tanta suerte –siempre la he tenido, con todo, o con casi todo- aún y así preferiría no escribir, me obligo a acordarme de gente así, que al mismo tiempo ha contemplado como hemos contemplado todos a supuestos compañeros de a 3.000, 4.000 y 5.000 rascándose los huevos mientras pontifican sobre la juventud, como si la juventud fuese un ente y no cada caso concreto, como si esa vaina de “no dejéis que os venza el desánimo y el futuro será mejor” no fuese sino una frase hueca y que duele en el instante presente, que es el único en el que se vive, puesto que el futuro no existe, tengas 15 años, 24, 40 o 80. Como ente, la juventud tendrá muchos defectos, pero posiblemente los mismos que todas las generaciones anteriores, con la diferencia de que a la actual son sus mayores los que les roban la pasta que generan en la puta cara, inyectándoles miedo a mansalva, desigualdad y unas condiciones que ni hace 30 años. Los quieren convertir en los viejos que ellos ya son y que siempre fueron. Y les gusta.


28 marzo 2013

La pelota


Me suena que ya se lo conté. La última frase que pronunció en el cine Luis Ciges, en La gran aventura de Mortadelo y Filemón, en la que hacía de jefe de obra de una pelota gigante que estaban construyendo no sé para qué, fue: La pelota está totalmente terminada, casi a medias, prácticamente. Esto a Ciges le quedaba mágico como era él, pero cuando todo un portavoz de un gobierno, varias horas antes de que Salud comunique que la cepa de Listeria hallada en un paciente no es la misma que la encontrada en una lasaña, dice públicamente que serán los médicos que tratan al paciente los que determinen la procedencia de la bacteria, pero lo importante y sustancial es desmentir por completo cualquier relación da miedo. Porque si aún no habían determinado la procedencia cuando él habló, ¿cómo se puede desmentir nada? Es imposible, así que sus palabras son perfectamente trasladables a la investigación está totalmente terminada, casi a medias, prácticamente. Si un portavoz del Gobierno –que se dirige a los ciudadanos, no a la prensa, ni al resto de partidos- no tiene un dato es mejor que pase palabra y avise de que hablará cuando haya que hablar quien tenga que hablar y ya está. Vamos, el clásico no tengo ni puta idea en plan más fino. El gobierno debería de estar encantado de que de un tiempo a esta parte tanto medios como ciudadanos sean mucho más exigentes con todo. Eso es síntoma de una sociedad despierta y con ganas. Y para responder a eso, al margen de gente honesta, sensata y buenos gestores, hacen falta personas que sepan hablar. En este gobierno demasiados leen sus intervenciones, como malos actores y actrices. No se pide que tengan la genial improvisación de Ciges, pero sí un mínimo de habilidad. Y mucha precaución. La misma que tenían para ocultar sus sueldos.


27 marzo 2013

Piso 7


Cuenta la leyenda que la primera vez que los Beatles probaron la marihuana fue en Nueva York, en un hotel. Y que el que se la hizo probar fue Bob Dylan, que al ser de pueblo cosas peores habría fumao. Esa leyenda dice que en mitad del colocón o ya después, lo primero que dijo McCartney, el señor que escribió su última canción recordable hace 43 años, al abrir el ojo fue lo siguiente: la vida tiene 7 niveles. Ni idea, porque nunca he fumado marihuana en un hotel en Nueva York, aunque estuve una vez en uno que solo de oler la moqueta de la habitación ya recitabas a Petrarca. Barato, al menos. Lo de las dietas de Can, lo de las dietas en general, por mucho que Barcina y su gente extiendan, por mucho que haya intereses mediáticos y fácticos interesados en encender el ventilador y que todo huela igual de mal, no sé si tiene 7 o menos niveles, pero de haber 7 lo único que estaría en ese nivel sería la Permanente, al margen de que el resto sea más o menos lamentable. El nivel 7 es la Permanente y hay que fumarse un carro de petardos o creer que si nos los hacen fumar nos atontamos para intentar hacernos tragar que todo es lo mismo. No, la Permanente es la perfección: secreta, sin contenido, rápida y limpia y eliminada cuando ya todo Navarra sabía de su existencia –cada vez que Barcina recuerde que la eliminó le recordaremos cuándo la eliminó. Es lo que tiene la cronología-. Ahora, la jueza que lleva el caso –que aunque interesada y cercana es las de que no se inmuta aunque alguien se tire delante suya contra una pared. El juez ruso fue el único que no dio un 10- quiere las actas para ver si se falsearon a posteriori, como la versión de Barcina. Da gusto ver que la justicia también tiene niveles y que de vez en cuando todos estamos a la misma altura. Excepto Dylan, claro.



La cosa


Buenos días,


Soy XXX, estudiante de 4º de Periodismo de la Universidad de Navarra. Estamos haciendo el proyecto final de carrera que consiste, entre otros aspectos, en analizar qué tipo de periodismo tenemos en España y en Latinoamérica. Se podría decir que es el otro lado del Periodismo. La idea es analizar su sección. Espero que nos pueda atender y así colaborar para nuestra revista que daremos a conocer en el mes de abril.

Por lo tanto, nos interesa conocer el por qué de la sección A la contra, de Diario de Noticias de Navarra. Le rogamos nos ayude puesto que su colaboración es fundamental para el devenir de nuestro trabajo final. Aquí van las preguntas:

-                    ¿Cómo nació la sección?
Recuerdo que era una mañana soleada. Estaba yo en el balcón, fumando, porque fumo como una perra, a mi pesar, y me llamaron para ver si quería tomar el relevo de una compañera que escribía en ese mismo hueco. Les dije que me encantaría, por supuesto. Me preguntaron si haría como ella, una especie de medio crónica social con nombres en negrita. Les dije que no, que yo vivo metido en un tupper y que no conozco a nadie en esta ciudad. Les pareció bien. A partir de ahí me lo he inventado y más o menos he hecho lo que me ha dao la real gana. Con sus límites, pero más o menos eso.

-                    ¿Se ha inspirado en algo?
No sé en qué consiste inspirarse en algo, pero por tratar de aproximarnos supongo que en El Jueves.

-                    ¿Cuántos años tiene la sección?
Cumple 8 en octubre y si no me tiro antes de un puente hará su primera comunión vestidita de rosa en primavera del 2014. O si no me echan antes, claro. Está muy majica y cariñosa.

-                    ¿Quien la escribe o se encarga de ella?
Estamos varios, obviamente. Estoy yo, luego uno que vive en casa y que no sabemos cómo se llama –ni habla-, un chaval majete que ahora mismo tiene la rodilla jodida y es un miasmas, un filólogo albanés que viene los viernes y la chica que se encarga de hacer la de los domingos, que como es muy extrovertida habla de todo y queda elegante y cosmopolita e intelectual. Yo hago lo que puedo y les saco de comer.

-                    ¿Cuál es la idea fundamental de la sección?
Ya no que nos ha tocado esto, hagámoslo lo menos mal posible.

-                    ¿Qué finalidad tiene?
Ninguna, como todas las cosas buenas.

-                    ¿Qué pretende transmitir?
Menos compasión, todo lo que haga falta.

-                    Si ha variado, ¿cómo ha cambiado a lo largo del tiempo desde su nacimiento?
Ese es el problema: no ha variado. Es siempre igual: entre 1.760 y 1.790 caracteres con espacios que hay que rellenar de miércoles a domingo de septiembre a julio así arda Roma. Me deberían dejar a días menos sitio y a días más. Oye, yo por pedir, jeje.

-                    Desde una perspectiva global, ¿qué aporta este espacio en el periódico?
Ni la más remota idea, supongo que lo mismo que cualquier sección que aparece el 70% de los días del año: o la odias o te gusta. A mi me pasan ambas cosas, pero si me comparo con quienes no tienen esa oportunidad o los compañeros o compañeras que no pueden decir lo que piensan y en quienes no se confía o a quienes no se les piden entrevistas porque sigue habiendo la errónea creencia de que esto es más meritorio de hacer que información o entrevistas o periodismo real cuando es todo lo contrario, entonces me callo la boca porque no tengo ningún derecho. Pero no sé que aporta. Solo sé que muy de vez en cuando me manda un mensaje mi hermana y me dice que se ha meao de risa en mitad de un bar y eso es todo lo que me basta. ¿Qué más quiero? Nada.


-                    ¿Ve imprescindible la sección en el periódico?
No. Imprescindibles son los lectores y los periodistas de verdad.

-                    ¿Está incluida esta sección en el Libro de Estilo del periódico?
¿Libro de qué? Jeje. Creo que no hay de eso. Estará un poco caro, jajaja. El mejor estilo es no tenerlo, en cualquier caso.

-                    ¿Tiene algún valor diferencial esta sección con respecto al resto de secciones del periódico?
Sí, el valor cansino de la repetición. Soy un canso y a todo se acaba acostumbrado el lector, aunque solo sea por pelma. En lo demás: no.

-                    ¿Puede ser esta sección un motivo importante de venta?
No lo creo, pero si fuera así me alegraría en el alma si sirve para ayudar a mis colegas del periódico.

-                    ¿Qué repercusión cree que tiene sobre el lector?
Habrá de todo. Mientras no me repercutan unas hostias todo está bien. Y si ya se entretiene un minuto, maravilloso.

-                    ¿Cree que el lector puede sentirse identificado o le influya la existencia de esta sección en la compra del este periódico en concreto?
No lo creo. La petarda de mi abuela sigue comprando el Diario de Navarra, jajaja. Y me parece bien e incluso admirable. Uno de mis mejores amigos desde que tengo 4 años y al que veo casi todas las semanas me contó la semana pasada que no sabía que mis artículos salían en la contraportada. ¿Cómo no lo voy a querer a morir? No sé, la verdad.

-                    ¿Qué tratamiento se le da a la información recibida?
En frío, como Meditérranea de Catering. Luego lo licuo, lo saco a una ventana para que se seque y me lo jalo. No recibo información. Bueno, miro toda la que puedo, pero por mi cuenta.

¿Cuál predomina?
La aburrida.


-                    Al margen de la información recibida por los ciudadanos, ¿hay producción propia o simplemente se plasma el mensaje que envía el lector?
Solo lo que plasma el lector. De hecho no sé por qué me pagan a mi y no a ellos. Yo en realidad no hago nada. Sacar de comer a los que lo hacen.


Muchas gracias por la atención y por su colaboración.
Faltaría más, majo. Mucha suerte y perdona las risas, pero es que la vida es dura y nos vemos.


Un cordial saludo,


24 marzo 2013

Por Lantz


Mi padre me contó el otro día que esa noche había tenido un sueño en el que de repente llegaba a la plaza del Castillo y había mar, aunque poco. Y que se acercó a unos que estaban ahí arreglando el universo a preguntar qué pasaba y que le dijeron: ya están haciendo las zanjas desde San Sebastián para que entre entero. Andan por Lantz. Eso se le quedó mucho, lo de las zanjas y Lantz. Bueno, todo, porque según me decía había sido el clásico sueño tardío de justo antes de despertarte, de esos que desayunas todavía o asustao o avergonzao. Al paso que vamos ya te digo padre que vamos a tener mar, ya pueden hacer bien de zanjas. Tuvimos una ola de calor infernal en agosto, hemos tenido el invierno más cabrón de agua que se recuerda, hay terremotos, una jueza de aquí no se está lavando las manos ante los tejemanejes de la Navarra eterna: ¿quién nos dice que no podemos tener mar? Cosas más raras se han visto y al paso que vamos, entre fenómenos meteorológicos, geológicos, políticos y judiciales, a nada que el Señor Cangrejo sepa ir para atrás en aguas saladas lo mismo en unos meses tenemos a Patxi Zabaleta entrando en barca de remos desde Leitza hasta la mismísima plaza. Sería la hostia, padre, con lo que te gusta a ti el mar, que eres capaz de meterte así esté el agua congelada en febrero. Pondríamos unas casetas de esas blancas y azules como tienen en Donosti y el kiosko haría las veces de bar, de estos que los taburetes están bajo el agua y Zabaleta -a la vez que nos pone las copas- nos haría unas declamaciones, no sé, como esas en las que habla de los presos –sin especificar- como idealistas. No sé, no sé si a cambio del mar merece la pena que se meen en nuestras conciencias, no, ¿padre? Ni en la playa, claro. Mejor de momento sin mar. Que primero tenemos que limpiar los ríos.

23 marzo 2013

Explotación


En su magistral Dios nunca reza –una manera de decir que o nos ayudamos entre nosotros o no nos va a ayudar nadie- Patxi Irurzun contaba un montón de cosas, muchas de ellas autobiográficas, divertidas, duras, complejas, emotivas. Entre esas cosas que contaba con la facilidad del que escribe como el que se mira las uñas y hasta escribir parece sencillo, cuando va contra la naturaleza estar metido en casa, encorvado, pensando sin pensar y tecleando cuando la vida está fuera y duele mucho perdérsela y quizá eso que escribas si con suerte te lo publican no lo va a leer casi nadie y solo 20 o 30 talentosos privilegiados vivirán de eso y algunos más con decenas de contactos y ninguna dignidad venderán sus morcillas, algunas de esas cosas, recuerdo, hacían referencia a su trabajo en una agencia de comunicación que trabajaba en exclusiva para Can. Me acordé de él al ver a uno de esos para los que él y yo y unos cuantos maravillosos amigos y amigas más preparábamos discursos, guiones, folletos, campañas, webs, nombres de empresas... Un millón de euros le han pagado por dejar el banco. Me alegro por él, si es que esa cantidad le hace ilusión. Patxi subió unas cuantas veces a hablar con el que era nuestro jefe, que hace poco nos enteramos que en 6 o 7 años generó beneficios por unos 4 millones de euros, exclusivamente trabajando para Can. Patxi es quizá de entre las 4 o 5 personas más tímidas que conozco, de entre las más o menos las mismas más buenas y de entre las 2 o 3 con más talento para escribir. Su jefe le negaba sistemáticamente un miserable aumento de sueldo a su miserable sueldo de apenas y si llegaba 1.000 euros al mes. El jueves Patxi presentó su último libro, La tristeza de las tiendas de pelucas. Y solo he querido acordarme de él antes de tirar la basura.

22 marzo 2013

Pietro Mennea


Mi casa del pueblo no está en el pueblo, sino metida dentro del monte y del campo, a un kilómetro. En verano había épocas, que podían durar varios días o hasta semanas, en las que era el único niño que andaba por aquella casa, porque mis hermanos y mis primos no estaban. Tenía trucos. Uno era cortar un avellano con el hacha, el más recto que viera, quitarle la piel con el propio filo del hacha, hacerle puntas en ambos extremos con golpes cortos verticales y dejarlo secar al sol. Luego cogía una azada y delante del manzano excavaba una recta a modo de línea. Diez, 15, 20 metros más adelante hacía marcas. Y luego de metro en metro. Yo era Tom Petranoff, lanzador de jabalina. Cogía carrera, pisaba lo más cerca posible de la primera zanja y lanzaba. A veces no se clavaba, pero daba igual. Iba corriendo y miraba la distancia. Pasaba horas, pero el brazo seguía igual de flaco. Genética. Cuando me aburría o mi abuela me gritaba que ya estaba bien y que tenía que pasar para lavar la ropa en el río, me iba a la esquina de la otra casa, que estará a unos 100-120 metros de en la que vivimos. Hay un camino de hierba y piedra pegado al monte que une ambas y al que el sol solo da por la tarde. Puede llegar a hacer mucho calor en aquel agujero. Tenía un reloj con cronómetro, con el que también medía cuánto me costaba llegar de casa al pueblo. Pero esos metros entre casas eran a sprint. Nunca he sido rápido, más bien resistente, y además había que ir esquivando piedras y toperas y el propio desnivel del terreno. La meta estaba junto al tendedero. Una vez bajé de 20 segundos y le conté feliz a mi abuelo –a la sombra debajo del cerezo, mientras se leía el periódico- que era Pietro Mennea, plusmarquista mundial de los 200. Mi abuelo se río y yo me tiré al río hace 30 años y ciao Pietro.

21 marzo 2013

Sean buenos

Los niveles de arrastramiento que al parecer sin esfuerzo es capaz de alcanzar el presidente de la Confederación de Empresarios de Navarra, José Antonio Sarriá, cada vez que más que pedir implora más que desear suplica en público que UPN y PSN gobiernen juntos como hermanos miembros de una iglesia vamos caminando al encuentro y eso la verdad es que lejos de sorprender, lejos de ni siquiera enfadar y por supuesto lejos de indignar lo que me provocan es una infinita ternura. Es superior a mis fuerzas leer que ayer dijo “Navarra debe tener una estabilidad. UPN y PSN tienen que darse cuenta de eso, que es lo que los empresarios les están pidiendo a gritos y lo que la sociedad también demanda. Deben actuar pensando en los ciudadanos”. ¿Cómo no te va a enternecer algo así? Hay que tener el corazón de latón. No pasa nada porque él se haya arrogado los deseos y pensamientos no ya solo de los empresarios –a los que supongo que preguntó uno a uno qué esperan-, sino también de todos y cada uno de nosotros, una práctica por otra parte muy habitual en todo tipo o tipa al que le meten un micro en la boca y que cree que sus gustos, creencias o intereses las compartimos todos, analfabetos anónimos sin cerebro ni voluntad. Pero es lo de menos, porque con esa carica bueno y esas manicas cruzadicas que suele poner ya lo tiene todo ganado. Y si hace falta, como a él parece hacerle falta, decir que no quiere meterse en temas de partido pero recordarle al PSN que no sean malos chicos y pidan la dimisión de Barcina, él, en nombre de todos nosotros, lo hace. Gracias, Dios se lo pague, como espero que Dios le pague a Barcina esta devolución de lo que nunca debió llevarse y que nos va a vender por capítulos y a ver si la beatifican de una puta vez y nos absuelve por nuestra inestable maldad.

20 marzo 2013

Jota


Una jota. No es que mis gustos sean mejores, pero oigo una jota y deseo males. No es exacto. La semana pasada, a eso de las ocho de la mañana, estaba haciendo hora en la calle Olite para que abrieran la farmacia y no había ni tres en la calle y oí a alguien cantando palomica palomica a pulmón y me gustó. Al día siguiente, a la misma hora, la misma niña graciosísima con gafas y mochila y cinco años y su padre muerto de risa iba hacia el cole cantando eso y la calle se paraba. Le daba igual. Iba contenta y lo contagiaba. Pero el domingo oí una y me extrañó. Al ser periodista, puse la tocha contra el cristal del bar del que salía la música. El cristal resistió. Me quedé pasmao. A Yolanda y Óscar, lo mejor de este partidoooooooo. Y Barcina –dentro del bar- miraba aquello arrebujada y acabó la jotera y aplaudieron y yo con mi tocha ahí puesta temiendo que me la alisaran y se pusieron a gritar ¡Tafalla, Tafalla, Tafalla! y me llega un guasap de mi hermano: no metemos la chorra en un pozal. Razón lleva. Estaba en el fútbol. Osasuna. Con mis abonos. Yo es que pa no meter ni intento. Prefiero mirar. El trenecito. Se pusieron a hacer el trenecito, dentro del bar. Había un dj. Tendría la edad de Matías Prats. El original. Puso una sanferminera. Debería haber una ley que prohibiera canciones sanfermineras fuera de San Fermín. Ver hacer el trenecito a Barcina, Goicoechea, Vera, Muniáin, Elizalde, Sayas, Esparza y gentes varias más impacta. Tuve que despegarme el naso con una rasqueta y me fui de allá entre estupefacto y satisfecho, porque era marzo, llovía, aquella gente celebraba algo incomprensible para mi, Osasuna perdía y no metemos la chorra en un pozal, cierto, pero quizá mañana la niña de las gafas ilumine de nuevo la calle y, solo por eso, hay que seguir andando.


17 marzo 2013

Pero ya


Privatizado el Registro Civil, el siguiente paso es privatizar la primavera, por mucho que Neruda se pusiese poético con aquello de “podrán cortar todas las flores pero no podrán detener la primavera”. Nada, Pabloski, tú no sabes cómo es de liberal la Merkel cuando se pone, por mucho que fuera de las juventudes comunistas de la RDA, aquel país que hormona a hormona convertía a las flores en atletas y nadadoras. Eso que te ahorraste ver, aunque Katrin Krabbe antes de parecerse a Miguel Strogoff estaba bien. Ahora, Rajoy, por cumplir con Merkel, que si le arrima una hostia lo desmonta, va a privatizar la primavera. De momento. Consistirá en que cuando deje de hacer este puto frío polar y salga el sol y queramos salir de casa sin vestir de gris, marrón o negro y ponernos algo alegre y de colores, saltará un chivato –en Suecia la gente lo reconoce ella misma, aquí es necesario este sistema- y habrá que abonar un euro. Por sonreír al ver el cielo azul, otro. Si ya te tiras en la hierba verde, son cinco. Esto te lo descuentan de la nómina. Si la tienes. Pero pagaremos a gusto, porque aquí somos así: poca ropa, sol, cielo azul, un revolcón en un prado. ¿Qué más da lo demás? Si hay que pagar una mierda por el guasap montamos la mundial, pero lo otro no nos importa. Y en verano, menos. ¿Qué ir en chanclas cuesta 2 euros? Quia. ¿Cerrar el bar del pueblo en fiestas sale a 10? Me lo quedo. No pasa nada, porque el clima está de nuestra parte. O estaba, hasta hace poco. A ti puede que ya te hayan salido branquias de tanta agua, pero sabes que saldrá el sol y que, aunque te cobren la sonrisa, la sonrisa es tuya. No como esos países de arriba, que están subdesarrollaos y blancurrios. Por eso nos quieren joder. Rositas, que sois unos rositas. ¡Dadnos nuestra primavera, tristes!


16 marzo 2013

Lo desconoce


Vera se está cubriendo de gloria, casi más cuando habla que cuando toma decisiones, quiero creer que obligada entre comillas por la patética situación económica. Como bien saben, el mayor enemigo que tiene un responsable de Salud es su consejera o consejero de Economía y su presidenta. Eso si lo que pretende es mantener o mejorar la sanidad pública. Si lo que pretende es otra cosa, ya no tanto, porque entonces los enemigos puede que sean sus propios funcionarios, a los que ataca sin pruebas, sin papeles, sin informes serios. Solo a través de medias palabras y cifras aproximadas. Si el presupuesto de tu departamento es muy inferior en relación al PIB de lo que lo es en la gran mayoría de los países europeos con los que te quieres comparar y fruto de ello no te llega para casi nada y rascas de todas partes y de ese rascar nacen críticas internas de toda clase y condición y por parte de absolutamente toda la pirámide médica lo menos que podría hacer cuando habla es ser clara, directa y concisa. Y ya por pedir, valiente, tanto como lo fue para llevar adelante lo de las comidas y las urgencias, por poner dos casos. Primero lanzó al aire que había médicos que cobraban 140.000 euros. Ni dijo quién ni en qué servicio ni cuántos. Le rebatieron, al margen de que siempre se ha dicho que los trapos sucios se lavan en casa, sobre todo si eres la que más ejemplo debe dar. Ahora -y solo por una reunión con el Colegio Oficial de Dietistas de Navarra- comenta que “algunos profesionales” técnicos en Dietética del Complejo Hospitalario no habían “actuado correctamente, pero las cuestiones concretas que el Colegio considera que han sido vulneradas las desconozco”. Las desconoce, 140.000, sabotaje, exceso de confianza en el cambio de las comidas... Cura cura cura sana.

15 marzo 2013

Por huevos


No sé si queda bien o mal o nada decirlo pero ya a estas alturas para qué andarse con modestias: hago una tortilla de patata excepcional. Eso a mi suegra le jode, porque aunque su hija no se lo diga, ella se da cuenta de que mi tortilla le gusta más que la suya y por mucho que hace y hace mínimo una a la semana hace décadas y yo como mucho cuatro al año –jeje- no me pilla. ¡Que el arte no se aprende, guelmar! Lo siguiente va a ser el arroz con pollo. Ahí ya la hundo. Soltado este moco, les quería decir que en mi ya dilatada experiencia en el mundo de los huevos y sus consecuencias soy un experto. Y nunca se me he puesto verde una tortilla y ni mucho menos se me ha revirado la huevina. ¡Qué dolor, solo pensarlo! Cierto es que mis huevos son naturales y que no uso silicona, digo huevina, como los de Mediterránea de Catering, inventores de la tortilla verde o Tortilla Hulk que tantas admiraciones levantara la semana pasada tras ser fotografiada por el o la valiente a la que estaba destinada: el propio Hulk. La consejera Vera fue la que comentó ayer que a esa tortilla en concreto se le había revirado la huevina, aunque no comentó si quien la revisó o la metió a la habitación era completamente daltónico. Bien, apartemos esa tortilla. Lo que sí comentó fue que esas cosas, esos incidentes, también pasaban antes. Sí pero no y –gran diferencia- cuando sabes que todo el proceso es público y que hay responsables públicos directos de eso le aseguro que, aunque no sirva de nada, la sensación de que una queja sirve de algo es infinitamente superior. Ustedes han vendido el apetito de los pacientes, les han tensado en su relación con algo que antes no les inquietaba y les han dejado más indefensos de lo que ya se suele estar en un hospital. Y todo por huevos, que bien triste es.

14 marzo 2013

¿Otro hombre?


Entendiendo que una cosa son las creencias personales y otra distinta aunque muy ligada a ellas la organización burocrática que se genera alrededor de la unión de millones de creencias personales que respeto mucho, poco o ningún respeto puedo tener por la elección de alguien que para ser elegido sí o sí tiene que ser un hombre. No es que me caigan mejor las mujeres en general, ni nada en general, pero ser de un asunto que impide al 50% de la población mundial ocupar un cargo importante o extender lo que quieres extender y que además ese hecho sea corroborado y asumido por millones y millones de mujeres en todo el mundo, ya sea casándose por la Iglesia o miles de cuestiones más, me parece incomprensible y, yendo más allá, bastante lamentable, como hacerlo siendo hombre y supuestamente amando y respetando a esas mujeres. Es que se me escapa, por mucho que sepa que la Iglesia Católica y la curia y todo eso es más lenta que el caballo del malo. Esto no es una cuestión de lentitud o de asumir cambios o tendencias. Cojones, es que esto es la base, la propia base misma de cualquier asunto que tú quieras sacar del ámbito privado para elevarlo a lo público y además aireando a los cuatro puntos cardinales que eso que aireas es la base moral, humana y ética de las vidas que pretendes mejorar: igualdad, con sus problemas, sus trabas, sus lo que sea, de acuerdo –se entiende, no se acepta-, pero igualdad, de arriba abajo, de izquierda a derecha y ya. No sé. Como muchos y por edad, solo he visto dos días como el de ayer y que me incumben porque vivo en una sociedad marcada a fuego por esto. Pero cada vez que lo pienso medio segundo sigo sin entender nada de cómo una cosa tan irreal e injusta sigue ahí, impermeable a millones de mujeres –y hombres- que con su silencio la apoyan.

13 marzo 2013

A lo nuestro


Si tuviese más tiempo, una grabadora que funcionara, por qué no reconocerlo ganas y más empuje y, a qué negarlo, no estuviera –como ustedes- harto hasta más allá de las palabras del lodazal de la política navarra, que es la que me afecta ya que no me hacen regirme por leyes vascas, aragonesas, riojanas o madrileñas o catalanas y justo justo y con esfuerzo ubico Venezuela en el mapa, ayer me habría acercado a una oficina de empleo y preguntado a unos cuantos qué harían ellos, qué parte de su ansiedad vital le solucionaría eso que se han ventilado en la Permanente Vergüenza los cuatro fantásticos de UPN. Que me contasen para luego yo contarles a ustedes qué clase de penas paliarían, de alquileres, de los colegios de los críos, de no tener que mirar un día tras otro tras otro tras otro las etiquetas con los precios en los supermercados, de por fin descansar porque pueden ir al dentista a curar esa muela que tanto duele y que tanto hace doler la cabeza y como duele la cabeza duele el cuello y como duele el cuello se duerme mal y como se duerme mal no se descansa y como no se descansa se agria el humor y como se agria el humor no hay energía y sí depresión. Un montón de cosas; un regalo para ella, apenas un pequeño detalle, una entrada de cine para él, quizá un disco, una cena con los amigos al semestre. Esos ratos de la vida que son la vida. Pero no lo hice. Voy a lo mío. Y como escribir una cosa u otra me cuesta el mismo esfuerzo y no dice nada de mi y eso me jode, puedo asegurar que arrepentirse de algo no sirve de nada. Los 4 de UPN sí la pisan la calle, pero la suya, y nada les importa mientras se destrozan entre ellos como hienas que en otras haya dolor. En todo hay niveles, pero muchos deberíamos dimitir y empezar a hacer y hablar menos. Esos 4, los primeros.


10 marzo 2013

Bajoteja


La chimenea. Ya está puesta. Soy el que ven agarrándola, con mi casco blanco. Me llamo Otilio. Mi padre hizo esto antes que yo y mi abuelo antes que él. Mi bisabuelo era cura. O eso se dice. Me han tenido que sujetar con unos arneses y unas cuerdas, porque con la anterior me salté todas las normas de seguridad y le cayó un multón a mi empresa, que forma parte del holding este del Vaticano. Vamos, que soy de la casa. Apenas salgo. Del bar. Salí del bar, la puse y vaya pollo. Mi padre puso la de Juan Pablo II. Yo era un crío, pero me contó que andaba apañando unos grifos en los cuartos de algún cardenal y le llamaron a todo correr y así como estaba medio en pelotas y calao –hay que ver qué tuberías, si no se ve no se cree, como todo- se subió a huevo y la puso y vuelta a los grifos. Yo me hice chimeneista por eso. Por la emoción. Para ir atao me hubiese hecho diputado tory británico. No creo en Dios. Lo intenté, mucho, pero me pasaba como con el hígado encebollao: se me hacía bolo. Pero aquí eso no te lo miran. O mientes un poco y cuela. Buena gente. Extraños, eso sí. Y al no tener esa cosa del misticismo les he dicho un carro de veces que con la de gente que va a ver esto tú pones ahí en la chimenea unas pegatas de publi de Red Bull o de Buitoni y sacaríamos una pasta, que tenemos el convenio congelado desde 2005. No hay manera. La caña sería ya lo otro. Yo sé hacer publicidad con letras de humo. No les miento. Como no entiendo el concepto de pecado, no miento. Las hago quemando ejemplares de La Gazzeta. Sale rosita, de acuerdo, pero da muy bien en pantalla. Lo veo: cientos de millones de personas viendo la tele y de la chimenea un humo que sale y pone Cónclave patrocinado por Onduline Bajoteja. No hay manera, no quieren. Así no vamos a salir de pobres. Está el bar petao.


09 marzo 2013

¿Has visto eso?


Tengo un amigo, un tipo sensacional que sea la hora que sea siempre está contento y animado, que cuando vamos a los conciertos de El Maestro y tratamos de ponernos en la primera o segunda fila para así tirarle nuestras bragas y que le lleguen, se pone las palmas de las manos al lado de las orejas a modo de pantalla acústica. Hace poco fui con otro amigo a un concierto, estaba este otro amigo, puso así las manos, y el amigo con el que fui, muerto de risa, dijo: qué tío increíble. Siempre me ha parecido genial lo que hace Gabi, porque igual nos hemos metido 500 kilómetros o más para oír aquello, disfrutar de la amistad, de la belleza y del talento inagotable y en los conciertos siempre te puede caer al lado el bocas que lo comenta todo o el que ha ido a otra cosa o, sencillamente, el que ni sabe qué ha ido a hacer allá. Por eso a veces nos ponemos delante, aunque haya que tragar mucha cola, mucho sol en la cabeza y algunos se le queden mirando a Gabi cuando sale El Maestro y, girándose descojonao para que le veamos, grite un ¡Viva! a no recuerdo qué virgen y se meta el puño de la mano derecha entero en la boca. Cuando acaba la cosa y estamos todos baldaos de la emoción, suele decir: ¿pero has visto tú eso, qué hijoputa? Gabi vive la vida a tope y le importa un carajo qué diga nadie, como debe de ser. Últimamente y cada vez más tengo la sensación de que los políticos –algunos, ojo- y en general los que diseñan nuestros escenarios están sorprendidos y no saben cómo actuar, porque mucha gente asiste a todo muy atenta, con las manos en las orejas, para no perder detalle de su desvergüenza y actuar en consecuencia, olvidando y esperemos que cada vez más esa figura pasiva del que está en el concierto de la vida sin saber ni para qué. ¿Pero has visto tú eso, qué ...?

08 marzo 2013

Patético


Hace falta tener mucha, pero que mucha jeta, para, como ayer Barcina, declarar que fue ella la que “decidió cambiar” el escándalo que suponían las dietas por asistir una o 2 horas a la Permanente de la Junta de Fundadores de Can. Hace falta tener unos belfos que ni Dennis Rodman. ¡Usted anuló esa junta inútil, inservible salvo para ustedes, secreta y lamentable solo porque la destapó este periódico, señora! ¿Por qué nos toma a todos por gilipollas? Y, ¿qué es eso de que era perfectamente justificable hacer una reunión a las 11 (se reunían 3, luego 4) y otra a las 12 y en dos casos una a las 10 y otra a las 10.30 y cobrar Sanz 5.300 euros por 2 horas o 1 hora (¡5.300 euros por una hora, da asco, muuuuuuuucho asco!) y usted y Miranda o usted y Maya 3.400 y decir ayer que “separarlas (vamos, hacer una reunión a las 10 y otra a las 10.30 y cobrar 2 veces) esta perfectamente justificado por los contenidos”? ¿No os queda ni un ápice de dignidad, no os queda nada ahí dentro, de verdad se cree usted un 1% de lo que dice, qué desayuna? Hostia, ya está bien. Mire, es muy fácil: cuando a uno le dicen que por ir a tal sitio –la última vez fue en septiembre de 2011, ya era usted presidenta, tuvo todo el verano para cargarse eso, se lo cargó 4 días después de que lo sacara este periódico- le van a dar por media hora de rascarse el haba lo que no gana el 50% de la población en un mes –yo no gano eso que ganaba usted en media hora- está la opción de decir que no, que todos hacemos muchas cosas sin cobrar y muy contentos. Pretender eludir su responsabilidad personal de ingresar 27.472 euros por 14 horas –ni día y medio de jornada laboral- de calentar un sillón y además querer hacernos creer sus mentiras, le retrata. Eso y sus 19 días en la UPNA dicen más que toda su carrera política.


07 marzo 2013

Noche invernal


Cada vez que nieva y veo la chimenea de Mendillorri pienso en Kukuzcka, Wielicki, Hajzer y Berbeka. Podría pensar miles de cosas –o en ninguna-, pero me suele venir esa imagen. Les veo subiéndola, escalándola con cuerdas, con sus barbas y sus ropas viejas, sus chaquetas antiguas de país comunista pobre, arreglándola para la empresa que en mi imaginación la gestiona y luego otra y otra y otra, para así hacer montón y largarse al Himalaya a escalar ochomiles en invierno, cuando el resto de los humanos bastante hacemos con salir de casa. Así se ganaban la vida, muchos de ellos. Son leyendas absolutas y leer sus libros y ver sus nombres impresos y contemplar que Hajzer y Wielicki están detrás del primer ascenso invernal de la historia al Broad Peak emociona. Es emocionante. Cada uno se emociona con lo que quiere. Kukuzcka –3 ochomiles en invierno- murió hace mucho, Wielicki –otros 3- sigue organizando, al igual que Hajzer –1, el Annapurna; y el imborrable recuerdo de su ayuda inmediata en mayo de 2008-. Maciej Berbeka también ha sido el primero en llegar a la cumbre en tres ochomiles: al Manaslu, al Cho Oyu y el martes al Broad Peak. Tiene 58 años. Hizo ese Manaslu con 29 y el Cho Oyu con 30. Ha hecho el Broad hace dos días, con 58. Tras hacer cumbre, Maciej Berbeka pasó la noche del martes al miércoles al raso, a 7.900 metros, en el collado del Broad Peak, junto con su compañero Tomasz Kowalski, mientras los otros gigantes –Adam Bielicki y Artur Malek- sí conseguían llegar la seguridad de las tiendas del campo 4 a 7.400. La esperanza es prácticamente nula, pero no hace falta decir que si sueñas gracias a otros les debes al menos tus pensamientos y tu emoción para arropar desde lejos y aunque no sirva de nada al maravilloso, solidario y extraordinario alpinismo polaco.

06 marzo 2013

¡Pesao!


Me parece que era en Después de tantos años –igual era en El Desencanto- que Michi Panero, con la vena hinchada, soltaba que “en esta vida se puede ser lo que se quiera, pero lo que jamás se puede ser es un pesao. Mi hermano Leopoldo es un pesao”. Me acuerdo de esto cada vez que abro el periódico o leo internet y veo a Miguel Sanz opinando de algo: más pelma que una vaca en brazos. ¡Dios! Ayer salía por partida doble, con ese toque del que está de vuelta de todo y sin embargo sigue metiendo la cuchara en la sopa pública. Decía que estaba decepcionado con la situación en UPN y luego, al hilo de Can, que irá al Parlamento si le da la gana a él y no a Aralar. ¡Así se habla, pelma! Joder, es que no basta con tener que aguantarlos revoloteando media vida –creo que no había dao yo el primer beso cuando este canso ya salía en la prensa- sobre la actualidad y cuando de una puñetera vez se retiran –recordemos que este, al igual que Miranda, dijo tener varias ofertas de la empresa privada. Será de alguna de ocultismo- son incapaces por completo de cerrar el pico para siempre y dejarnos descansar los oídos y las retinas. Deberían multar a toda esta peña que se ha retirado. Una ley, de la DGT, de quien sea. Vez que abran el pico, ¡zaska, multón! Por contaminación mental. Es necesario, en serio. Que no les veamos más. Nada personal, cuidado, pero no se puede estar viendo toda la puta vida a los mismos pelmas opinando de la misma santa mierda y dándonos la brasa. Es como Del Burgo. Oiga, no, escriba para usted, cánteles a los nietos, póngase la rebeca, que refresca. Hombre, no, ya vale, de verdad. Hay que aprender a dejar a los demás tranquilos. No te va nada, Sanz, ya estás para tus asuntillos. Ala, venga, llévatelo crudo, como los de Mediterránea. Pero no nos lo hagas oler.

03 marzo 2013

Inquietud


Todo esto de vacante a mi me genera una inquietud de la hostia. La idea. Como lo del Rey. ¿Si se muere un Rey en una operación y no ha abdicado previamente o dejado un post it pegao a la nevera que ponga A Corinna que no le falte de ná y ese culito que no pase hambre qué se hace? Sé que seguro habrá un sistema reglado y fijo que uno que fue a mi colego y que se ha convertido en una especie de biógrafo del Rey como a quien le da por estudiar las gimnospermas y ahí se pega toda la vida distinguiéndolas de las angiospermas o como ese de mi cole escribiendo libros y apareciendo por los platós con un pañuelito blanco en forma de pico saliendo del traje y zapatos de redecilla y ejecutivos negros con esas gomas que te cortan la respiración y dejan unas marcas que pican que se joden lo sabrá, pero a mi me inquieta, estos procesos complejos e inconclusos. Dios no lo quiera, en cualquier caso. Que se muera el Rey, quería decir. Aunque no me inquieta tanto como lo de vacante, que además seguro que aquí ya entran los aprovechados, que con la excusa y ante este vacío de reglamento se van a poner a pecar como perros, aunque pecadores y pecados va a haber siempre y los habrá. Es más, hay una estadística que dice que el ratio de pecados anuales per cápita a lo largo de la Historia se ha mantenido invariable, con picos, eso sí, los dos o tres días posteriores al cobro de nóminas y, por supuesto, en periodos electorales. Pero, a lo que quería ir, ¿qué coño significa vacante? Y, sobre todo, ¿cómo no pueden saber aún cuándo empieza el cónclave, qué seriedad de los cojones es esta? Por no hablar de que no lo televisan y te tienes que fiar. Muy inquietante. Aunque nada comparable a ver tus cuernazos a toda plana en la portada del Hola y tener que poner cara de mosca.



02 marzo 2013

Jirones


Del balcón de la última casa en la que vivió Iñaki Ochoa de Olza siguen colgando, hechos jirones por el viento y la lluvia, borrados los colores, unos banderines de oración que Iñaki colocó como recuerdo de respeto a los que hacen ondear los sherpas en los campamentos base pidiendo a sus dioses protección. Su amigo Óscar, que vive allá, los mantiene, y seguro que los mira antes de largarse al monte como un león. Es un balcón no muy grande, pero de sobra para respirar, ver el cielo y para que quepan muchas oraciones. Desde mi balcón veo bastantes cosas, es un poco más grande, no mucho más. Tengo obras cerca y ruidos y gritos de obreros, pero, cuando se van, se oye el silencio. Y al viento ululando y agitando unos banderines de oración. Están en una de las farolas que tengo debajo y se distingue perfectamente el ruido de los pequeños cortes a modo de tiras con el número de teléfono de decenas de personas que la han empapelado ofreciendo su trabajo. Hace bastante viento, que entra desde el Este, y ayer me fijé que nadie ha tocado esos papeles adheridos con papel celo y también mucho celo y esperanza –si se ponen es porque hay esperanza- . No hay arrancada ni una sola tira. Ninguna. Llevan semanas y, algunas, incluso meses ahí, tiritando. El tiempo va pasando, el sol las terminará de acartonar y agrietar y el mundo seguirá girando mientras ellos y ellas están parados, como cuando te ocurre una desgracia y aunque lo entiendas te resulta incomprensible y duro que la gente siga haciendo cosas y hasta riendo. E incluso algunos invirtiendo su tiempo y su ya escasa habilidad en pelear por el poder en un partido cuando no se les paga por eso. Hacemos de sherpas de falsos líderes que por no oír no oyen ni el viento y que ni mucho menos entienden el silencio o saben qué es.




01 marzo 2013

Heaven's


Pensaba que ya nada iba a resultarme tan emocionante como aquella vez que en su artículo para Marca Sara Carbonero –que los inicia con versos de canciones- puso que Caminante no hay camino se hace camino al andar era de Serrat –ni rastro del poeta que lo escribió- hasta que el miércoles en el telediario de TVE-1 un periodista de esa casa dijo que hace unos años Bob Dylan interpretó en directo para Juan Pablo II el Knockin’ On Heaven’s Door de Gun’s N’ Roses. Como todo el mundo sabe, su líder, Axl Rose, escribió esta mítica canción para la película de Sam Peckinpah Pat Garret y Billy The Kid, de 1973. Rose tenía 10 años, una vida turbulenta marcada por las drogas y el alcohol, y se la cedió a Bob Dylan, que como es una rata de alcantarilla la editó como suya para la banda sonora de la película, que compuso en su integridad, salvo la mencionada Knockin’ de Rose y la legendaria Billy 4, que escribió Rihanna 16 años antes de nacer –hay gente así, precoz-. Esto lo sabía poca gente, pero el avispado periodista lo sacó a la luz y destapó al puerco de Dylan, que dicen que se levantó unos 70 millones de pesetas en 1997 por tocar tres temas ante Juan Pablo II, al parecer con la oposición de Ratzinger, que también al parecer definió al napias como “ese falso autoproclamado profeta”, por supuesto sin haber leído ni una sola entrevista de Dylan, harto desde que tiene 22 años de negar la mierda esa del profeta. Espero que ese informado periodista siga el cónclave –no sé por qué cuando se juntan los cardenales así me recuerda a las concentraciones de pretemporada de los equipos: “¡te veo bien!”. Vengo pasao de peso, 47 kilos me sobran-, porque a los que todo esto lo seguimos de puro estar en el mundo y tener orejas nos alegrará la larga espera. Ya me veo a Slash de Papa.